Previous Page  96 / 176 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 96 / 176 Next Page
Page Background

740

dolorosa. La capacidad de mantener la función ventilatoria

independiente, está a menudo comprometida. Los pacientes

frecuentemente requieren asistencia para mantener la vía

aérea permeable y puede requerirse ventilación a presión

positiva debido al uso de depresores de la ventilación espon-

tánea o depresión de la función neuromuscular inducida por

drogas.

RIESGOS

Los principales riesgos y desafíos de la anestesia fuera de

pabellón se relacionan con el entorno, los procedimientos y

el paciente (5).

Entorno

Existe consenso en que el entorno en el cual se lleva a cabo

esta actividad es muchas veces hostil para el anestesiólogo

no familiarizado con los procedimientos ni con los distintos

escenarios donde se llevan a cabo.

Los sitios más frecuentes en los cuales se requiere la parti-

cipación anestesiológica son servicios de gastroenterología,

servicios de imagenología (resonancia magnética, tomografía

computada), radiología intervencional, servicios dentales.

A pesar de ser servicios muy diferentes, la mayoría de ellos

comparte características comunes que explican el desafío

implícito.

En general, estos lugares no han sido diseñados origi-

nalmente para la provisión de anestesia, sino que para su

objetivo primario (por ejemplo: sala de procedimientos

gastroenterológicos, salas de rayos, oficinas dentales, etc.) a

los cuales se ha incorporado la actividad anestesiológica en

forma secundaria y han ido adecuando su planta física a esta

nueva realidad (6).

La mayoría de ellos se encuentran alejados de pabellón

central, lo que hace difícil la comunicación en caso de

requerir insumos o dispositivos que por razones económicas

no están disponibles en todos los puntos de atención (equipos

de ultrasonido, video laringoscopios u otros elementos de

manejo de vía aérea). Así también, en caso de ocurrir emer-

gencias y requerir apoyo de personal calificado o un segundo

anestesiólogo, la lejanía y demora en acudir puede impactar

negativamente en el paciente.

Por lo general, son espacios pequeños, en los que se dificulta

la instalación de la máquina de anestesia o algún dispositivo

de administración de oxígeno.

La circulación es restringida y el acceso al paciente es dificul-

toso, especialmente el alcance y manejo de la vía aérea.

Muchos de estos lugares no cuentan con redes centrales

de oxígeno, por lo que se debe asegurar su disponibilidad

a través de cilindros auxiliares, chequear su adecuado

funcionamiento con niveles de llenado suficientes y acorde

con la duración del procedimiento.

Lo mismo ocurre con la red de aspiración, la cual, muchas

veces es provista por bombas de aspiración portátil la que a

su vez debe ser compartida durante el procedimiento, por

ejemplo: fibrobroncoscopias, procedimientos gastroente-

rológicos endoscópicos, procedimientos dentales.

La disponibilidad de instalaciones eléctricas suele ser

insuficiente y muchas veces el sistema está sobrecargado,

contraviniendo normas de seguridad eléctrica, exponiendo

tanto al paciente como al personal de salud a accidentes

no solo eléctricos, sino que también a mayor riesgo de

caídas por el uso de alargadores o cables extensores.

La luz suele ser tenue y la visibilidad disminuida, ya que

muchos de estos procedimientos ocupan fibras ópticas

(procedimientos endoscópicos) o requieren baja inten-

sidad de luz para mejorar la realización del mismo (rayos,

ultrasonografía). Esta situación implica que la vigilancia y

visión directa del paciente se vea entorpecida, dificultando

la observación de coloración de piel y mucosas, expre-

siones de disconfort o dolor, funcionamiento adecuado de

vías venosas, desconexión de circuitos, etc.

Procedimientos

Los análisis de eventos críticos nos señalan que el error

humano da cuenta del mayor porcentaje de causas de

muerte en anestesia. Cooper y cols. citan como factores

contribuyentes de incidentes críticos la falta o inadecuada

experiencia o familiaridad con el equipamiento/monitoriza-

ción, pobre comunicación del equipo, inatención y/o falta de

cuidados (7).

El anestesiólogo debe conocer la naturaleza del proce-

dimiento, cuáles son los requerimientos anestésicos que

permitirán un resultado adecuado del mismo y conocer los

momentos críticos y sus posibles complicaciones. La posi-

ción que tendrá el paciente durante su realización y la acce-

sibilidad, especialmente a la vía aérea. Se debe conocer la

administración de otros fármacos involucrados (medios de

contraste, antiperistálticos, vasoconstrictores locales, entre

otros). La duración y los límites para continuar con el proce-

dimiento si se presentan dificultades técnicas o médicas

deben ser discutidas y conocidas por todo el equipo antes

de comenzar.

Finalmente, planificar el destino post procedimiento del

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 738-746]