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paciente, si se trata de un procedimiento ambulatorio, con

hospitalización abreviada o una recuperación en una unidad

intermedia o crítica.

Para lograr estos objetivos es de vital importancia una buena

comunicación y cooperación entre el anestesiólogo y el resto

del equipo médico, especialmente cuando muchos de los

operadores están alejados o desconocen el proceso anesté-

sico. Así mismo, el anestesiólogo deberá estar al día con la

mayor cantidad de procedimientos a los cuales se puede ver

enfrentado.

Pacientes

Los médicos que no están familiarizados con esta actividad

tienden a subestimar el hecho de que los pacientes some-

tidos a procedimientos fuera pabellón están en alto riesgo.

El estado de salud y comorbilidad varía desde pacientes

sanos hasta enfermos graves que no son candidatos a cirugía

convencional y que podrían beneficiarse de un procedi-

miento menos invasivo.

En un estudio sobre demandas por injuria obtenido de la

base de datos de la ASA, publicado en 2006 el 61% de ellos

fueron pacientes clasificados como ASA III a V de acuerdo

a su estado de salud. El rango etario de los involucrados

varía desde pacientes pediátricos hasta ancianos, siendo

las poblaciones extremas las más frecuentemente relacio-

nadas con injuria. El mismo estudio de Robbertze y cola-

boradores identificó a pacientes en edades extremas en un

50% de las demandas en el ámbito fuera de pabellón, en

comparación con solo el 19% de las demandas establecidas

en el ámbito quirúrgico. Un 38% resultó ser mayor de 70

años (8).

EVALUACIÓN PREOPERATORIA

Los pacientes deben ser evaluados de acuerdo a los mismos

estándares que requiere la anestesia general, ya que la

sedación es un continuo y en cualquier momento se puede

requerir convertir esta en una anestesia general conven-

cional, ya sea por requerimientos del paciente o para conti-

nuar con el procedimiento en forma adecuada (9).

Es frecuente en estos casos que por distintas razones se

programen pacientes ya sea ambulatorios o de urgencia que

impiden una evaluación anestésica oportuna, contribuyendo

a aumentar el riesgo.

Sin embargo, todo paciente que va a ser sometido a seda-

ción de cualquier magnitud debe contar con una opor-

tuna evaluación preanestésica que contenga, al menos, la

siguiente información:

1.

Clasificación ASA del estado funcional (9).

2.

Edad.

Edades extremas están expuestas a mayor morbi-

mortalidad en relación a la sedación.

3.

Antropometría.

Peso/talla/IMC. Especialmente considerar

el mayor riesgo de pacientes obesos en relación a manejo

de la vía aérea.

4.

Estado nutricional.

Las variables farmacocinéticas pueden

influir grandemente en los requerimientos de sedación

en pacientes emaciados o caquécticos, edematosos, con

baja albuminemia, entre otros.

5.

Antecedentes de reacción a drogas.

Reacción paradojal

a drogas, especialmente benzodiacepinas. Reacciones

alérgicas a drogas. Especial relevancia adquieren en este

contexto, las reacciones al medio de contraste yodado.

6.

Hipersensibilidad al látex.

Historia de exposición a látex,

pacientes portadores de malformaciones de médula

espinal (espina bífida) o historia de alergia alimentaria

relacionada a alergia al látex como frutos secos, tomate,

kiwi.

7.

Hábitos.

Tabaquismo, consumo de alcohol, drogadicción.

8.

Medicamentos

. Drogas que se encuentra recibiendo el

paciente al momento del procedimiento o los días previos

pueden influir tanto en la farmacocinética como en la

farmacodinamia de la sedación. Especialmente drogas

psicotrópicas, antidepresivos, sedantes, hipnóticos.

9.

Enfermedades.

Hipertensión arterial, diabetes mellitus,

cardiopatía coronaria, enfermedad renal crónica, reflujo

gastroesofágico, enfermedades pulmonares crónicas,

síndrome apnea obstructiva del sueño (uso de BiPAP),

depresión u otras enfermedades psiquiátricas, demencia,

trastornos del sueño, espondilitis anquilosante (especial-

mente con compromiso de la columna cervical).

10.

Cirugías previas.

Cirugías que puedan influir en el manejo

de la vía aérea (fijaciones de columna cervical, cirugías

ortognáticas) o con riesgo aumentado de aspiración de

contenido gástrico (cirugía bariátrica, cirugía esofágica).

11.

Antecedentes y evaluación de la vía aérea.

Especialmente

en relación a vía aérea difícil, (intubaciones exitosas,

dificultosas o fallidas). Dentro de los predictores de

dificultad de ventilación con mascarilla facial podemos

mencionar:

[ANESTESIA FUERA DE PABELLÓN - Dr. Andrés Leiva.]