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MONITORIZACIÓN
La monitorización anestésica de procedimientos fuera del
área quirúrgica no varía de aquellos que las distintas socie-
dades anestesiológicas recomiendan para los procedimientos
quirúrgicos en pabellón. Las demandas ganadas, en su mayoría
han determinado que los cuidados en aquellas circunstancias
estaban por debajo de los estándares o los daños podrían
haber sido prevenidos con una mejor monitorización (8).
La ASA, en su intento de fomentar la calidad de la atención
de los pacientes recibiendo cualquier tipo de acción anesté-
sica, desde sedación mínima o sedación consciente, anestesia
regional o anestesia general ha definido sus estándares de
monitorización anestésica básica. (20).
Estándar I
Personal de anestesia calificado estará presente en la sala
durante la conducción de toda los anestesia general, anes-
tesia regional y cuidados anestésicos monitorizados.
Debido a los rápidos cambios en el estado del paciente durante
la anestesia, personal calificado debe estar presente continua-
mente para monitorear al paciente y proporcionar atención.
En el caso de que exista un riesgo conocido directamente, por
ejemplo, radiación, para el personal de anestesia que pueda
requerir la observación remota intermitente del paciente, se
debe realizar alguna provisión para monitorizar al paciente. En
el caso de que una emergencia requiera la ausencia temporal de
la persona principal responsable del acto anestésico, el mejor
juicio del anestesiólogo se ejercerá comparando la emergencia
con la condición del paciente anestesiado y en la selección de
la persona responsable durante la ausencia temporal.
Estándar II
Durante todo acto anestésico, se evaluará continuamente
la oxigenación, ventilación, circulación y temperatura del
paciente.
Monitorización de la ventilación/oxigenación
Para monitorizar en forma adecuada la ventilación y oxige-
nación, se ha demostrado que la clínica como único pará-
metro es insuficiente, pues aun cuando el paciente tenga
movimientos respiratorios éstos pueden no ser efectivos o
ser insuficientes para mantener una oxigenación adecuada.
Así mismo la valoración de la coloración de la piel y mucosas
puede ser subjetiva y poco certera.
Las recomendaciones actuales enfatizan que debido a que la
ventilación y oxigenación son procesos fisiológicos estrecha-
mente relacionados, monitorizar la oxigenación por oximetría
de pulso no es sustituto de la monitorización de la función
ventilatoria.
Oxímetro de pulso:
Es el método mayormente utilizado en la actualidad para
evaluar la oxigenación.
Existe consenso en que la oximetría detecta episodios de desa-
turación e hipoxemia en forma más efectiva que la apreciación
clínica en pacientes bajo sedación. Así mismo, la evidencia
sugiere que la detección precoz de la hipoxemia a través del uso
de la oximetría durante la sedación disminuye la posibilidad de
resultados adversos graves tales como paro cardiaco y muerte.
Capnografía
:
Desde el año 2010, la ASA (Asociación Americana de Aneste-
siólogos) recomienda la medición de CO
2
expirado (capno-
grafía) durante sedación moderada y profunda.
La medición de concentración máxima de dióxido de carbono
espirado durante un ciclo respiratorio (ETCO
2
) permite conocer
aún en pacientes no intubados si la ventilación es efectiva.
Existe evidencia que sugiere que la medición de capnografía
permite la detección más precoz de depresión respiratoria
tanto en población adulta como pediátrica que con monito-
rización estándar (incluida oximetría de pulso). Actualmente
la medición es fácil y no invasiva, pues se adapta a la masca-
rilla de oxígeno del paciente o a la naciera. Además, su uso
se ha hecho cada vez más común debido al menor costo que
ha significado los avances tecnológicos.
COMPLICACIONES
Las complicaciones en procedimientos fuera de pabellón no
difieren de aquellas ocurridas en el ámbito quirúrgico, sin
embargo, su frecuencia y la severidad de la injuria provocada
son mayores (11).
La mayor cantidad de eventos adversos reportados se rela-
ciona con el manejo inadecuado de la vía aérea, impidiendo
una adecuada oxigenación del paciente (12, 13).
La proporción de muertes en las demandas relacionadas a
anestesia fuera de pabellón fue de un 54% en comparación
al 24% en anestesia en pabellón. Al sumarle el daño cere-
bral permanente dan cuenta de dos tercios de las demandas
totales.
De acuerdo a Robbertze y colaboradores en su análisis de
demandas, la mitad de ellas involucraba unidades gastroen-
terológicas, un 25% unidades de diagnóstico por imágenes y
un 25% procedimientos de cardiológicos.
En la siguiente tabla se muestran las injurias encontradas en
el trabajo de Robbertze (Tabla 1).
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 738-746]