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Las benzodiazepinas suelen mejorar de manera rápida y efectiva
estos síntomas, modulando la ansiedad mediante la depresión
del sistema nervioso central (unión a receptores gabaérgicos) y
una posterior reducción de las catecolaminas circulantes. Sin
embargo, la intervención en urgencia muchas veces es una opor-
tunidad para además indicar las medidas terapéuticas que darán
frutos a mediano y largo plazo (por ejemplo inicio de un ISRS,
psicoterapia de apoyo, según corresponda).
Trastornos de conversión
Los trastornos de conversión representan la traducción de un
conflicto psíquico a un síntoma orgánico, que tradicionalmente
muestra contenidos altamente significativos y emocionales. Este
trastorno es muy común en la práctica médica y en el SU, pero
rara vez es reconocido por el médico y difícilmente admitido por
el paciente.
Los trastornos de conversión se caracterizan por síntomas sensoriales
o motores, que sugieren una enfermedad neurológica o médica, y
son precedidos y gatillados por conflictos u otros desencadenantes
emocionales. Sin embargo, la exploración médica usualmente no
encuentra congruencia entre el cuadro y algún síndrome neuroló-
gico típico u otra enfermedad conocida. Los síntomas de conversión
más frecuentes son los de funciones sensoriales. Estos síntomas
no son simulados, por lo que se postula su origen inconsciente,
suelen ser transitorios y cambiantes, proporcionan gratificación para
necesidades de atención inconscientes (ganancia secundaria) y, en
contraste con los trastornos somatomorfos, suelen responder bien a
las intervenciones psicoterapéuticas.
Trastornos somatomorfos
En los trastornos somatomorfos se presentan múltiples síntomas
físicos, de dolor, gastrointestinales, genitourinarios, pseudoneu-
rológicos, sexuales, fatiga, y otros, se instalan de manera crónica
(aunque pueden tener reactivaciones intermitentes), impactan
negativamente en la vida del paciente y lo motivan a consultar
repetidas veces con el médico. Sin embargo, pese a múltiples
estudios, no es posible hallar una causa médica para estos.
Quienes padecen de estos cuadros son policonsultantes y no se
alivian de manera consistente con tratamientos médicos, pero
son también muy resistentes a intervenciones psicofarmacoló-
gicas y psicoterapéuticas. Los síntomas no son fabricados, como
en el trastorno facticio, ni simulados. Se estima que hay una causa
psíquica inconsciente de estos síntomas, aunque es menos clara y
menos llena de sentido que en los trastornos de la conversión. De
acuerdo a teorías psicoanalíticas ésta causa estaría arraigada de
manera profunda y se estructuraría en la infancia (13).
Trastorno facticio
Llamado también síndrome de Munchausen, se caracteriza por
la repetida fabricación de una enfermedad física, a menudo con
síntomas agudos y exagerados, de pacientes que varían su lugar
de consulta de hospital a hospital buscando médicos para que
los traten. Estos individuos poseen un amplio conocimiento de
la terminología médica y a menudo están cubiertos de anti-
guas lesiones. Pueden llegar a veces a extremos que pueden ser
peligrosos, como tomar fármacos, inyectarse otras sustancias
y provocarse lesiones, exponiéndose muchas veces a estudios
médicos invasivos innecesarios y no libres de riesgo.
Aunque conscientes del engaño que producen, deben distin-
guirse de la verdadera simulación porque sus razones y solici-
tudes de ayuda son en gran medida profundas e inconscientes. A
diferencia del simulador puro, que busca una ganancia concreta
al presentarse como enfermo (económica, licencia médica, de
tipo legal, etc), en el trastorno facticio el paciente busca simple-
mente asumir el rol de enfermo y recibir la atención, considera-
ción y cuidados que se le prestan a un paciente.
Factores biográficos y psíquicos que pueden estar asociados a esta
condición son trastornos de la personalidad, experiencias de abuso
infantil por parte de padres, experiencias de trabajo en entornos
médicos, una estrecha relación con un médico importante (14).
SÍNTOMAS PSIQUIÁTRICOS QUE SON EL RESULTADO DE
ENFERMEDADES ORGÁNICAS
En algunos casos los pacientes presentan desajustes emocionales
y/o conductuales que pueden ser la manifestación principal de
una enfermedad orgánica. Esto debe ser sospechado cuando se
presentan los siguientes elementos: edad mayor a 30 años y sin
historia psiquiátrica previa, antecedentes de enfermedad física o
de abuso de drogas o medicación, inicio súbito de los síntomas,
confusión, alucinaciones visuales, desorientación en tiempo y
espacio, síntomas no congruentes con un cuadro psiquiátrico
claro, signos vitales anormales, coexistencia de signos de una
enfermedad orgánica, fluctuación súbita de síntomas psiquiá-
tricos y pobre respuesta al tratamiento psiquiátrico (15).
En conjunto, los casos en que enfermedades médicas producen
síntomas psiquiátricos agudos representan más de un 10% de
todos los cuadros con manifestaciones psiquiátricas. Se les ha
llamado urgencias pseudopsiquiátricas y habitualmente descon-
ciertan a los médicos del servicio de urgencias por la conducta
en ocasiones impredecible y agresiva de estos pacientes. (16). Un
diagnóstico correcto y oportuno es fundamental para un manejo
adecuado y un buen resultado terapéutico.
Enfermedades Neurológicas
Parte importante de los cuadros neurológicos se relacionan con
manifestaciones psiquiátricas, ya sea directamente por un efecto
de masa, daño vascular o mediado por la inmunidad, o indirec-
tamente por la presión intracraneal, o como efecto colateral de
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 914-922]