Previous Page  104 / 156 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 104 / 156 Next Page
Page Background

916

Las benzodiazepinas suelen mejorar de manera rápida y efectiva

estos síntomas, modulando la ansiedad mediante la depresión

del sistema nervioso central (unión a receptores gabaérgicos) y

una posterior reducción de las catecolaminas circulantes. Sin

embargo, la intervención en urgencia muchas veces es una opor-

tunidad para además indicar las medidas terapéuticas que darán

frutos a mediano y largo plazo (por ejemplo inicio de un ISRS,

psicoterapia de apoyo, según corresponda).

Trastornos de conversión

Los trastornos de conversión representan la traducción de un

conflicto psíquico a un síntoma orgánico, que tradicionalmente

muestra contenidos altamente significativos y emocionales. Este

trastorno es muy común en la práctica médica y en el SU, pero

rara vez es reconocido por el médico y difícilmente admitido por

el paciente.

Los trastornos de conversión se caracterizan por síntomas sensoriales

o motores, que sugieren una enfermedad neurológica o médica, y

son precedidos y gatillados por conflictos u otros desencadenantes

emocionales. Sin embargo, la exploración médica usualmente no

encuentra congruencia entre el cuadro y algún síndrome neuroló-

gico típico u otra enfermedad conocida. Los síntomas de conversión

más frecuentes son los de funciones sensoriales. Estos síntomas

no son simulados, por lo que se postula su origen inconsciente,

suelen ser transitorios y cambiantes, proporcionan gratificación para

necesidades de atención inconscientes (ganancia secundaria) y, en

contraste con los trastornos somatomorfos, suelen responder bien a

las intervenciones psicoterapéuticas.

Trastornos somatomorfos

En los trastornos somatomorfos se presentan múltiples síntomas

físicos, de dolor, gastrointestinales, genitourinarios, pseudoneu-

rológicos, sexuales, fatiga, y otros, se instalan de manera crónica

(aunque pueden tener reactivaciones intermitentes), impactan

negativamente en la vida del paciente y lo motivan a consultar

repetidas veces con el médico. Sin embargo, pese a múltiples

estudios, no es posible hallar una causa médica para estos.

Quienes padecen de estos cuadros son policonsultantes y no se

alivian de manera consistente con tratamientos médicos, pero

son también muy resistentes a intervenciones psicofarmacoló-

gicas y psicoterapéuticas. Los síntomas no son fabricados, como

en el trastorno facticio, ni simulados. Se estima que hay una causa

psíquica inconsciente de estos síntomas, aunque es menos clara y

menos llena de sentido que en los trastornos de la conversión. De

acuerdo a teorías psicoanalíticas ésta causa estaría arraigada de

manera profunda y se estructuraría en la infancia (13).

Trastorno facticio

Llamado también síndrome de Munchausen, se caracteriza por

la repetida fabricación de una enfermedad física, a menudo con

síntomas agudos y exagerados, de pacientes que varían su lugar

de consulta de hospital a hospital buscando médicos para que

los traten. Estos individuos poseen un amplio conocimiento de

la terminología médica y a menudo están cubiertos de anti-

guas lesiones. Pueden llegar a veces a extremos que pueden ser

peligrosos, como tomar fármacos, inyectarse otras sustancias

y provocarse lesiones, exponiéndose muchas veces a estudios

médicos invasivos innecesarios y no libres de riesgo.

Aunque conscientes del engaño que producen, deben distin-

guirse de la verdadera simulación porque sus razones y solici-

tudes de ayuda son en gran medida profundas e inconscientes. A

diferencia del simulador puro, que busca una ganancia concreta

al presentarse como enfermo (económica, licencia médica, de

tipo legal, etc), en el trastorno facticio el paciente busca simple-

mente asumir el rol de enfermo y recibir la atención, considera-

ción y cuidados que se le prestan a un paciente.

Factores biográficos y psíquicos que pueden estar asociados a esta

condición son trastornos de la personalidad, experiencias de abuso

infantil por parte de padres, experiencias de trabajo en entornos

médicos, una estrecha relación con un médico importante (14).

SÍNTOMAS PSIQUIÁTRICOS QUE SON EL RESULTADO DE

ENFERMEDADES ORGÁNICAS

En algunos casos los pacientes presentan desajustes emocionales

y/o conductuales que pueden ser la manifestación principal de

una enfermedad orgánica. Esto debe ser sospechado cuando se

presentan los siguientes elementos: edad mayor a 30 años y sin

historia psiquiátrica previa, antecedentes de enfermedad física o

de abuso de drogas o medicación, inicio súbito de los síntomas,

confusión, alucinaciones visuales, desorientación en tiempo y

espacio, síntomas no congruentes con un cuadro psiquiátrico

claro, signos vitales anormales, coexistencia de signos de una

enfermedad orgánica, fluctuación súbita de síntomas psiquiá-

tricos y pobre respuesta al tratamiento psiquiátrico (15).

En conjunto, los casos en que enfermedades médicas producen

síntomas psiquiátricos agudos representan más de un 10% de

todos los cuadros con manifestaciones psiquiátricas. Se les ha

llamado urgencias pseudopsiquiátricas y habitualmente descon-

ciertan a los médicos del servicio de urgencias por la conducta

en ocasiones impredecible y agresiva de estos pacientes. (16). Un

diagnóstico correcto y oportuno es fundamental para un manejo

adecuado y un buen resultado terapéutico.

Enfermedades Neurológicas

Parte importante de los cuadros neurológicos se relacionan con

manifestaciones psiquiátricas, ya sea directamente por un efecto

de masa, daño vascular o mediado por la inmunidad, o indirec-

tamente por la presión intracraneal, o como efecto colateral de

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 914-922]