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Los indicadores clínicos de estos trastornos son:
TRASTORNO FACTICIO APLICADO A OTRO
A.
Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos,
o inducción de lesión o enfermedad, en otro, asociada a un
engaño identificado.
B.
El individuo presenta a otro individuo (víctima) frente a los
demás como enfermo, incapacitado o lesionado.
C.
El comportamiento engañoso es evidente incluso en
ausencia de recompensa externa obvia.
D.
El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno
mental, como el trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
Nota:
El diagnóstico se aplica al autor, no a la víctima.
Especificar si:
Episodio único
Episodios recurrentes (dos o más acontecimientos de falsifica-
ción de enfermedad y/o inducción de lesión).
Este es un trastorno mental en que un adulto, generalmente
la madre quien trata de obtener atención médica usando otra
persona, su propio hijo es usado como sustituto (34).
Actualmente se considera una forma de maltrato infantil
que, a pesar de que es de rara frecuencia es extremada-
mente grave, por lo que hay que tenerlo en cuenta (35),
más aún en la medida que la atención pediátrica en la
sociedad moderna se enfrenta a otro perfil de enferme-
dades, en las que destacan las enfermedades crónicas y las
de salud mental.
Este es un trastorno que puede poner en riesgo la salud mental
y la vida de un niño; el equipo pediátrico tiene que tenerlo en
mente en los casos terapéuticos de difícil y compleja resolu-
ción, que generan demanda de muchas consultas y procedi-
mientos diagnósticos.
Epidemiología
Es un trastorno grave y su incidencia y prevalencia no está
firmemente establecida.
Estudios realizados en Estados Unidos en cortos periodos
de tiempo muestran incidencias de 2.8 a 2.9 por 100000
niños bajo la edad de 1 año y 0.5 por 100000 niños entre 1
y 16 años con una mortalidad entre 9 a 22% de los casos. En
Europa muestran una mortalidad entre 6 y 10%, un 75% de los
pacientes presentaban quejas relacionados con síntomas del
sistema nervioso central (36). Sobre los autores de este tras-
torno facticio, se estima que la mayoría son mujeres, 90 a 98%,
siendo las madres el 85%, otras autoras pueden ser cuidadores
como nanas o personal de enfermería (37).
El tiempo promedio entre el comienzo de los síntomas
hasta que se establece el diagnóstico del trastorno facticio
por poder es largo por lo difícil del diagnóstico médico y
psiquiátrico. En estudios realizado por Feldman (38), es
aproximadamente de 4.5 años, en estudio de Rosenberg
(39), de 14.9 meses y el de Sheridan, de 21.8 meses, lo que
abarca un largo periodo de vida y desarrollo emocional del
niños (40).
No se ha observado diferencias por sexo de los niños involu-
crados en este trastorno, tampoco diferencia raciales, tampoco
que sea una característica solo de los países industrializados o
con un gran desarrollo de los sistemas de salud (41). La preva-
lencia verdadera no se conoce, dada la naturaleza oculta del
trastorno por los padres o cuidadores, muchos de los casos no
son reportados ni detectados, como la mayoría de los abusos
infantiles (42).
La conducta abusiva generalmente comienza en edades
tempranas de las víctimas de trastorno facticio por otros. Las
edades de diagnóstico en los estudios reportados son entre
20 a 39.8 meses, pero también se dan en niños mayores y en
adolescentes (38).
DIAGNÓSTICO CLINICO
Incluye la evaluación del niño, padres y familia, examinando
los siguientes aspectos (41):
Generales
-Niño a niña que tiene uno o más problemas de salud que
no responde al tratamiento o recurren, teniendo terapia
adecuada a distintos hospitales, consultas y procedimientos
diagnósticos.
-Niño o niña cuyos resultados de laboratorio están en discre-
pancia con la historia clínica y molestias de que ha referido.
-Signos y síntomas de enfermedad que desaparecen en
ausencia de los padres.
-Los padres tienen muchos conocimientos médicos y de trata-
mientos y se interesan en todos los detalles relacionados con
el diagnóstico y terapias de su hijo y de otras enfermedades
médicas. A menudo están relacionados con la medicina o
servicios de salud o se informan en internet o textos relacio-
nados
-Los padres pueden tener síntomas o enfermedades similares
a sus hijos.
-Las relaciones de los padres suelen ser disfuncionales, frías,
tensas con conflictos o los padres están separados.
-Historias familiares de enfermedades o muertes difíciles de
explicar.
-Los padres muestran una inexplicable calma acerca de
la condición grave de su hijo o se muestran insatisfechos
con el diagnóstico y buscan otras opiniones, realizan más
exámenes, intervenciones quirúrgicas o buscan centros de
salud con unidades de tratamiento más complejos (43).
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 923-931]