929
Relacionados con el niño o niña
-Edad bajo los 5 años al comienzo de los síntomas. Historia de
repetidas consultas médicas.
-El niño o niña describe los síntomas solamente en presencia
de la madre o del cuidador.
-Síntomas múltiples y cambiantes, pero vagos y confusos. Los
tratamientos habituales no son efectivos en la resolución de
sus molestias.
-En la historia familiar puede haber antecedentes de muertes
de hermanos poco claras o en circunstancias poco claras.
-El padre del paciente es emocionalmente distante o ausente
en la vida del niño.
-Los síntomas se agravan cuando se aproxima el momento del
alta.
-El niño o niña participan simbióticamente de la situación
facticia.
Relacionados con la madre
-La madre da la impresión de que es muy cuidadosa y dedi-
cada, pero constantemente está preguntando por nuevos
exámenes, procedimientos, consultas a especialistas y hospi-
talizaciones repetidas.
-En forma paralela realiza acciones de engaño, inducción y mani-
pulación hacia los profesionales del equipo de salud, quienes
presentan dificultad para darse cuenta de estos hechos.
-La madre se siente cómoda en el ámbito médico, hace amigos
entre los familiares de otros pacientes; presenta mucho cono-
cimiento médico, más que la población general.
-Presenta argumentación personal sobre la situación médica
de su hijo y describe los síntomas en lenguaje propio de textos
médicos; tiene habilidad de negar o contradecir la opinión del
equipo médico, volviéndose hostil o agresiva cuando su condi-
ción es expuesta develada.
-En la mayoría de los casos las madres son jóvenes entre 20 y
30 años (41,44).
Métodos utilizados
En este síndrome, los padres pueden utilizar diversos métodos o
procedimientos para simular o provocar enfermedades en los hijos
como contar historias falsas con respecto a los síntomas, distorsio-
nándolos o induciéndolos en los hijos, complicando la situación
diagnóstica. Pueden recurrir a diferentes métodos como:
-Alteración de muestras de laboratorio: Cambios de muestras,
cambio de los remedios prescritos por el médico, alteración de
las cifras del termómetro.
-Administración de sustancias o medicamentos: Laxantes,
insulina, lorazepam, amitriptilina, clonidina, sales de ipeca,
cáusticos, difenhidramina.
-Lesiones: Asfixia, ingestión de cuerpos extraños, fracturas.
Producción de sangramientos: hematuria, sangramiento
gastrointestinal, hematomas.
-Infecciones: Inyección de orina en catéteres, contaminación
con saliva, contaminación con orina o heces (45).
Procesos psicológicos relacionados
Se ha postulado que en los padres involucrados en el Síndrome
de Münchausen ocurre una simulación consciente; la produc-
ción de los síntomas es intencional, sin embargo, las personas
están inconscientemente impedidas de entender los motivos
que producen dichos síntomas (46).
Meadow, que ha trabajado mucho en la concepción de la
psicopatología materna, entiende este síndrome como una
“perversión de la parentalidad”, en la cual se encuentra una
falla en la capacidad de amar, proteger y dar prioridad a las
demandas de los hijos por encima de las propias necesidades
(47). Se ha observado una alta frecuencia de trastornos de
personalidad en las madres o cuidadores y esta psicopato-
logía puede interferir en las estrategias de tratamiento de esta
forma de maltrato (36).
En general el contexto familiar es disfuncional, en las rela-
ciones, en lo social y en lo económico; en gran parte de los
casos el cónyuge se encuentra física o emocionalmente
ausente con una relación conyugal insatisfactoria (48) y una
red social escasa.
El niño o niña víctima de este trastorno se da cuenta que son el
foco de atención y afecto de la madre si juega el rol de enfermo
frente a los doctores y al equipo médico. Vive esta situación,
crece y se desarrolla en esta situación facticia y puede conti-
nuar el modelo parental, haciendo lo mismo con sus propios
hijos posteriormente. Se ha postulado que la obtención de
satisfacción personal por la gratitud de la familia por participar
falseando la enfermedad, hace que esta condición se perpetúe
por varias generaciones (49).
En el trastorno facticio por poder el médico o el equipo
médico pueden ser partícipes involuntarios de una situación
de maltrato, condicionados por el relato o narrativa de los
padres de estos niños, quienes se presentan inicialmente como
amables, atentos, dedicados y cercanos con los otros pacientes
y con el equipo médico. Cuando se dan cuenta del engaño se
sienten frustrados, enojados por ser objeto de manipulación y
haber tenido una la relación médico paciente que se quebró y
culpables por haber tenido al paciente en severo riesgo (50).
[PACIENTES POLICONSULTANTES EN LOS SERVICIOS DE PEDIATRÍA: TRASTORNOS DE SOMATIZACIÓN... - Dr. Ricardo García y cols.]