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different areas of medicine, where they are necessary to
promote or recover health and quality of life in children,
adolescents, and their families.
This has been emphasized in all the units that require
mental health assistance, particularly in intensive care
units, patients with chronic diseases, such as we can find in
oncology and neurology, and in our hospital, in psychiatric
patients that require hospitalization for medical reasons.
All these patients require a multidisciplinary and coordi-
nated team work.
When we use a mental health approximation early in these
settings we can diminish the emotional impact of inpatient
care, procedures, prolonged hospitalizations, improving the
well-being of our patients in the short, medium and long
term, both when facing psychiatric disorders, as well as
improving the prognosis of medical conditions.
The collaborative work with the different members of the
medical team in a general hospital helps humanize our
patients, helping the medical team achieve a more inte-
grated vision where the emphasis is put on the needs of our
patients, and not only the treatment of their disease, but
also thinking about improving their quality of life.
The tasks of liaison psychiatry are different and on various
levels, and thus de psychiatrist must develop them progres-
sively, working on the different levels as required.
The consolidation of the team comes with the permanent
work over time, where the psychiatrist can communicate a
better understanding of the needs of patients, their fami-
lies, and the medical team themselves. The idea is to gene-
rate more awareness, to favor early interventions which are
more efficient and help consider all the patients’ needs.
Key words: Psychiatry in children and adolescents, psyco-
oncology, liaison psychiatry, critical patients, epilepsy,
eating disorders.
INTRODUCCIÓN
La Psiquiatría de Consultoría y Enlace (CE) Pediátrica tiene como
propósito colocar los recursos de salud mental en todas las áreas
no psiquiátricas de la medicina donde este aspecto sea rele-
vante para promover o recuperar la mejor calidad de vida de los
pacientes. Por el amplio campo de desempeño y la especificidad
de cada uno de los contextos de salud posibles, en la actualidad
debería considerarse como una sub especialidad de la Psiquia-
tría Clínica y que se incorpora a los espacios médicos pluridisci-
plinarios que proveen cuidados de salud. Dicho de otro modo, se
debería disponer de un psiquiatra de CE en cada foco de aten-
ción en salud donde estas necesidades cobren relevancia para el
tratamiento, rehabilitación y reinserción del paciente en su vida
cotidiana. Estas condiciones incluyen traumas, enfermedades
complejas o prolongadas, discapacidad congénita o adquirida y
situaciones de riesgo vital, cualquiera de ellas en estado agudo
o crónico. Las tareas del psiquiatra de CE son diversas y no pocas
veces complejas derivado de la dualidad de funciones que debe
desempeñar.
Las funciones en este rol son por un lado de consultor y enlace,
y por otro de consultor y psiquiatra (1). Esta distinción no es
menor, en tanto muchas dificultades pueden originarse por una
perspectiva inadecuada o un contexto incorrecto. La función de
consultor y enlace significa aportar una opinión experta para
asesorar o apoyar el proceso terapéutico no psiquiátrico de un
paciente, y que es el objetivo primario que genera la consultoría.
En este contexto se incluyen acciones educativas y facilitadoras
entre las necesidades y expectativas recíprocas del paciente y su
familia y los miembros del equipo de salud (tratante/s). Además,
resulta necesario establecer abiertamente los límites de este rol,
en particular con el rol de médico tratante, quien puede o no
ser el solicitante de la consultoría, siendo en tal caso indispen-
sable pedir su consentimiento para este procedimiento y cual-
quier otro derivado de esta actividad clínica. También puede ser
necesaria la consultoría en situaciones de estados mentales con
alteración significativa del juicio de realidad o situaciones de
maltrato o negligencia de los cuidadores, en las cuales se puede
solicitar evaluar una retención de hospitalización o indicación
forzosa de la misma fundamentadas en necesidades de salud
que ponen en riesgo la vida del paciente. En el contexto de las
funciones de consultor y psiquiatra, el vínculo profesional y tera-
péutico se establece por un lado con el paciente y por otro con
el tratante y otros miembros del equipo de salud involucrados.
Estos vínculos son diferentes en cuanto a los motivos y necesi-
dades que lo definen, pudiendo no coincidir y constituirse en
un problema primario por sí mismo. En este sentido también
hay que considerar los intereses de otras estructuras de salud
o sociales que están detrás o por encima del equipo de salud:
establecimientos clínicos, administradoras de salud, sistemas
jurídicos y políticas públicas de salud; los que eventualmente
pueden normar los procedimientos de salud en el ámbito de
sus competencias. Una función en el contexto del consultor,
y que es debatida, se refiere al apoyo en la salud mental del
equipo (sin incluir intervenciones individuales) enfocado en la
estabilidad emocional y relacional del equipo con la validación
de sus integrantes. Cabe explicitar que una consultoría no es
una derivación y que el rol de consultor es uno más del equipo
pluridisciplinario por lo que puede no ser conveniente que
lidere este grupo. Por último, en este rol conviene recordar que
“el todo no es igual a la suma de sus partes”, concepto angular
de la Teoría de Sistemas y que en este caso se aplica a la realidad
del paciente (persona) la cual es distinta desde la perspectiva de
cada prestador, siendo “todas las partes” lo que definen la situa-
ción clínica, hecho que impone generar una realidad compar-
tida y evitar un enfoque tal vez correcto, pero en un momento
incorrecto.
[PSIQUIATRÍA DE CONSULTORÍA Y ENLACE EN NIÑOS Y ADOLESCENTES. MANEJO DEL PACIENTE Y SU FAMILIA EN ... -Dr. Elias Arab y cols.]