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Adolescentes

Estas incluyen: anormalidad severa de la frecuencia cardíaca

(bradicardia y cambios ortostáticos en la frecuencia cardiaca),

presión arterial (hipotensión ortostática), temperatura corporal

(hipotermia), alteraciones electrolíticas y desnutrición severa.

Estas normas se desarrollaron principalmente en relación con

los impactos fisiológicos secundarios a la desnutrición y purgas

(31).

Otras causas frecuentes de hospitalización son: pérdida rápida

de peso, baja ingesta calórica, rechazo de líquidos, complica-

ciones médicas, comorbilidad psiquiátrica grave, aislamiento

social, familia disfuncional, falta de servicios ambulatorios o

respuesta insuficiente al tratamiento ambulatorio (32).

Hospitalización en Anorexia Nervosa

Dentro del tratamiento intrahospitalario de los trastornos

alimentarios, la Anorexia Nervosa es el trastorno más frecuente

y con más estudios acerca de su curso y efectividad.

Los objetivos de la hospitalización incluyen: restauración de

peso, tratamiento de complicaciones físicas, restauración de

patrones de alimentación saludables, motivación por la mejoría,

educación nutricional, mejoramiento del funcionamiento indi-

vidual, tratamiento de la comorbilidad, apoyo familiar y preven-

ción de la recaída (33).

La planificación y el tratamiento individualizado del tratamiento

comprende un enfoque multidisciplinario (Pediatra/Nutriólogo/

Psiquiatra/Psicólogo).

Desde el punto de vista nutricional la restauración del peso es

esencial para la estabilización inmediata de las complicaciones

cardiovasculares, pero la realimentación no puede ser agresiva,

por el riesgo de síndrome de realimentación y muerte súbita.

El médico a cargo del manejo nutricional debe estar prepa-

rado para el uso de nutrición enteral vía sonda nasogástrica o,

incluso, nutrición parenteral, en pacientes muy desnutridas que

se niegan a comer.

Indicaciones durante la hospitalización:

- Aporte energético en realimentación: no existe consenso

en cuanto al aporte calórico al inicio de la alimentación (Por

ejemplo, 600 a 1000 kcal/día, aumentando 200 a 300 Kcal/día

cada 3-4 días o 10-20 Kcal/K/día como máximo en pacientes

muy desnutridas).

- Alimentación supervisada

- Monitoreo cardíaco y control de laboratorio hasta estabiliza-

ción médica.

- Vigilancia estricta para prevenir vómitos o ingesta excesiva de

agua.

- Peso diario en ayunas, con ropa interior o bata.

- Medición de densidad urinaria en las mañanas, para correla-

cionar ingesta de agua y aumento de peso.

- Prohibición de ejercicio.

El incremento de peso esperado es de 500 a 1000gr semanales.

Ganancias mayores a 1.000-1400gr pueden deberse a reten-

ción de sodio y fluidos o deposiciones por constipación (34).

La hospitalización por sí misma puede provocar sentimientos en

el paciente que afectan la relación terapéutica y el cumplimiento

del tratamiento; los objetivos del tratamiento muchas veces

están en directa oposición a sus deseos, aumentando el miedo

al aumento de peso y la angustia por la pérdida de control. La

inestabilidad médica, comorbilidad psiquiátrica, y negación de

la gravedad de la enfermedad son factores que pueden también

contribuir a la resistencia al tratamiento (35,36).

Por otra parte, los pacientes que son hospitalizados involun-

tariamente pueden presentar negación completa de la enfer-

medad y sensación de no tener control sobre la situación actual,

afectando la confianza y vínculo terapéutico.

Es importante tener presentes todas estas variables porque

pueden conducir a luchas de poder entre el paciente y el

personal médico/familia que entorpecen y dificultan la mejoría.

El apoyo psicoterapéutico durante la hospitalización se realiza

a través de técnicas cognitivo-conductuales que se introducen

después de la estabilización inicial. Las intervenciones incluyen

explorar sistemas de creencias, tareas específicas (por ejemplo,

enumerar atributos personales positivos), explorar comporta-

mientos adaptativos alternativos, auto-monitoreo (diarios), y

reestructuración de creencias, actitudes y percepciones erró-

neas. Las intervenciones apuntan al cambio gradual, lo que

permite una meta realista (27).

Los psicofármacos pueden estar indicados en presencia de

comorbilidad significativa. Hasta la fecha no hay medicamentos

aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos

de los Estados Unidos (FDA) para Tratamiento de AN. Se debe

considerar que el bajo peso puede hacer que estos pacientes

sean más vulnerables efectos secundarios. En estudios prelimi-

nares, la olanzapina se ha asociado con ganancia de peso en

AN (37,38).

Existen algunos estudios que muestran que un índice de masa

corporal mayor al ingreso y la ganancia de peso precoz predicen

un resultado positivo del tratamiento intrahospitalario (39).

En adolescentes se ha visto que la depresión e insatisfacción

corporal son predictores negativos de un cambio clínicamente

significativo durante la hospitalización; y que el tratamiento

[PSIQUIATRÍA DE CONSULTORÍA Y ENLACE EN NIÑOS Y ADOLESCENTES. MANEJO DEL PACIENTE Y SU FAMILIA EN ... -Dr. Elias Arab y cols.]