Previous Page  50 / 68 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 50 / 68 Next Page
Page Background

96

R. García

Fuster

/ Cir Cardiov. 2016;

23(2)

:91–97

La

seguridad

tiene

un

papel

relevante

en

la

elección

de

una

estrategia

quirúrgica

o

percutánea.

Los

resultados

clínicos más

importantes deben emplearse para

comparar ambas estrategias.

La calidad de vida referida por

los pacientes debe ser

incorporada

a

los otros

resultados

clínicos evaluados

rutinariamente.

Los

componentes

de

cada

resultado

a

evaluar

o

«

end-points

»

deben estar relacionados y ser de una

importancia clínica similar.

Las

complicaciones

específicas de

cada procedimiento no deben

ser

usadas

cuando

sus

implicaciones

clínicas

no

son

claras.

Por

ejemplo,

el

estudio

EVEREST

II

indicó

la

superioridad

del

trata-

miento

percutáneo

al

tener

una menor

tasa

transfusional

que

el

tratamiento

quirúrgico.

Aunque

la

necesidad

de

transfusión

puede

ser

un marcador

de

resultados

clínicos

adversos,

en

misma

y

de

forma

aislada,

no

puede

ser

empleada

como

varia-

ble

para

determinar

la

superioridad

de

un

procedimiento

sobre

el otro.

La eficacia debe ser determinada en un seguimiento a

largo plazo

predefinido, ya que lamayoría de las recurrencias de la insuficien-

ciamitral ocurre durante el primer a˜no y, por tanto,

los resultados

iniciales deben

ser

interpretados

con precaución.

El

objetivo

de

la

reparación

valvular

debe

estar

bien

definido

con

la

obtención

de

un

resultado

consistente.

Por

ejemplo,

la

insuficiencia mitral

residual grado 2 no

es

considerada

como un

resultado óptimo

tras

la

reparación quirúrgica, pero

suele

cla-

sificarse como

satisfactorio

tras un procedimiento percutáneo

(a

pesar de

su

impacto pronóstico negativo).

Peque˜nos cambios del volumen regurgitante valvular o de

la

frac-

ción

de

eyección

tampoco

deben

ser

usados

para

demostrar

la

Figura 5.

Ecocardiografía tridimensional pre y posquirúrgica valorando

la superficie

de

coaptación de

ambos velos. A) Prolapso de velo

anterior

con

falta de

coaptación

de ambos velos. B) Restauración de

la superficie de coaptación

tras

la reparación con

neocuerdas

remodelando el velo anterior. C) Morfología de

los velos y

su

superficie

de

coaptación

(visión desde el ventrículo

izquierdo).

superioridad

de

un

determinado

tratamiento. No

existen

datos

para demostrar

su

impacto en

la evolución

clínica.

Perspectivas

futuras

Los

diversos

procedimientos

percutáneos

pueden

permitir

la

reparación

o

el

recambio

valvular mitral

a

corazón

latiendo,

en

condiciones más

fisiológicas,

sin

necesidad

de

circulación

extra-

corpórea.

Más

allá

del

mitra-clip,

el

implante

transcatéter

de

neocuerdas

o

la

anuloplastia

indirecta

(dispositivos

implantados

en seno coronario,

remodelado anular con

radiofrecuencia y dispo-

sitivos de

«

cinching

»

o cerclaje del anillo) se encuentran en distintas

fases de desarrollo. No existe un equivalente quirúrgico para estas

técnicas

y

su

eficacia debe

ser

validada.

Por

el

contrario,

la

anulo-

plastia percutánea directa

reproduce

la

técnica quirúrgica y puede

conseguirse con una plicatura del anillo o con el

implante de sutura

u otro material de

soporte de

comisura a

comisura.

Las

técnicas de

recambio valvular mitral percutáneo están pro-

gresando

y

precisan

de

un

sistema

adecuado

de

acceso

vascular,

navegación

e

implante,

con

un

anclaje

seguro,

evitando

la

obs-

trucción

del

tracto

de

salida

del

ventrículo

izquierdo

o

la

fuga

perivalvular,

logrando además una durabilidad adecuada.

La ecocardiografía

tridimensional,

las

técnicas de

fusión de

ima-

gen

y

la

creación de modelos

computarizados permitirán

guiar de

forma eficiente

la selección de dispositivos y garantizar

la eficacia y

la seguridad del procedimiento

(

figs. 4 y 5

).

Igualmente, el adiestra-

miento por parte de especialistas expertos asegurará una selección

apropiada de

los pacientes,

la adquisición de habilidades

técnicas y

la mejora del manejo perioperatorio.

Todo

este

creciente

desarrollo

tecnológico

de

procedimientos

percutáneos

y

de

técnicas

avanzadas

de

imagen

precisará

de

una

regulación adecuada.

Conclusiones

Podemos

concluir que

la

reparación

valvular mitral

es

el proce-

dimiento

terapéutico

de

referencia

en

la

insuficiencia

valvular

mitral

primaria.

Si

se

realiza

por

un

equipo

experimentado,

en

el momento más adecuado y cuando

las posibilidades de

repara-

ción son altas, permite obtener

los mejores resultados y ofrecer al

paciente unas expectativas de vida similares a

las de

la población

normal.

Los

procedimientos

de

tratamiento

percutáneo

están

experimentando

un

gran

desarrollo

tecnológico,

pero

en

este

contexto

deben

ser

reservados

para

los

pacientes

sintomáticos

de

alto

riesgo

o

inoperables.

El

abordaje multidisciplinar

en

la

selección y el desarrollo de ambos

tipos de

tratamiento es

lo más

aconsejable.

Los

centros

con mayor

volumen,

experiencia

y que

disponen de un

«

Heart Team

»

operativo

están

en disposición de

obtener

los mejores

resultados.

Por

otra

parte,

la

elección

del mejor

tratamiento

en

la

insufi-

ciencia mitral

secundaria

es más

controvertida.

La

reparación

quirúrgica

puede mejorar

los

síntomas

y

la

calidad

de

vida,

y

revertir

el

remodelado

ventricular

de

pacientes

seleccionados.

La

anuloplastia

sobrecorrectora aislada ofrece

resultados menos

óptimos

en

caso de dilatación

ventricular

severa

y

cuando

exis-

ten

predictores

de

insuficiencia mitral

residual

o

recurrente.

La

adición

de

técnicas

complementarias

a

la misma

podría mejo-

rar

los

resultados de

la

reparación, de

lo

contrario,

la

sustitución

valvular mitral

con

preservación

del

aparato

subvalvular

puede

ser preferible. El empleo de

técnicas percutáneas en este

tipo de

insuficiencia mitral

es una

opción de bajo

riesgo para

reducir

la

sintomatología

e

inducir

un

remodelado

inverso

del

ventrículo

izquierdo,

pero

se

asocia

frecuentemente

a

insuficiencia mitral

residual o recurrente con posible repercusión pronóstica. Por este

motivo, este procedimiento debe aplicarse de

forma

selectiva en