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A. García-Valentín, E. Bernabeu

/ Cir Cardiov. 2016;

23(2)

:98–100

99

picos

hipertensivos.

La

rotura

suele

producirse

en

las

proximi-

dades

de

la

puerta

de

entrada,

en

el

caso

de

la

disección

tipo B

en el

tercio proximal de

la aorta

torácica descendente, que es el

lugar más habitual donde

se

localiza

la puerta de entrada.

b) Malperfusión:

es

un

cuadro

de

isquemia

de

uno

o

varios

terri-

torios

(vísceras

abdominales,

extremidades, médula

espinal,

o

un

sumatorio

de

todas

ellas).

Es

una

complicación

infrecuente

debido a

la habitual

formación de

reentradas que

compensan el

flujo

entre

ambas

luces

aórticas.

Los mecanismos fisiopatológi-

cos

de

la malperfusión

son

diversos,

siendo

los más

frecuentes

los

siguientes:

a.

Extensión de

la disección hacia

las

ramas de

la aorta.

b.

Obstrucción

dinámica

de

la

luz

verdadera

por

la

expansión

sistólica

de

la

luz

falsa,

que

estenosa

la

salida

de

las

ramas

arteriales generando

isquemia de

los

territorios afectados.

c.

Obstrucción

estática

por

invaginación

del

colgajo

íntimo-

medial en

la

luz del vaso afectado.

d.

Trombosis

local de

las

luces.

e.

Combinaciones de

los mecanismos previos.

c)

Hipertensión

arterial

o

dolor

incontrolables:

la

trascendencia

clínica

del

dolor

e

hipertensión

arterial

no

controlable,

ya

que

pueden

ser

causa

y

consecuencia

de

progresión

de

la

disección

de

aorta

y,

en

ocasiones,

indicar

un

tratamiento

quirúrgico

o

normalmente endovascular. Este punto se desarrolla convenien-

temente en

su artículo

correspondiente.

Estos cuadros pueden aparecer de

forma aguda o progresiva con

el avance de

la disección a

lo

largo del tiempo. Su aparición se asocia

a

una

elevada mortalidad,

y

en muchas

ocasiones

se

produce

un

importante retraso diagnóstico que demora

la actuación quirúrgica,

por

lo que el

índice de

sospecha

clínica ha de

ser muy alto.

Diagnóstico de

las

complicaciones de

la disección de aorta

tipo B

Tal

y

como

se

indicaba,

es

crucial

un minucioso

control

de

las

constantes

vitales, diuréticos

y

condición

general de

los pacientes

que presentan una disección de aorta tipo B, por

lo que el

ingreso en

una unidad de

críticos o

cuidados

intermedios

con monitorización

es

recomendable

1

. Las complicaciones derivadas de

la disección de

aorta

tipo

B

requieren

un

importante

seguimiento

y

atención

por

parte del equipo médico,

junto

con un

índice de

sospecha elevado.

A

continuación

se

exponen

las manifestaciones

clínicas y

explora-

ciones diagnósticas más apropiadas para el diagnóstico de cada una

de

las

complicaciones descritas

2–4

.

a)

Rotura:

la rotura de

la

falsa

luz se presenta clínicamente con sig-

nos

y

síntomas de hemorragia.

La

aparición de dolor

torácico o

dorsal

brusco,

síncope,

taquicardia,

hipotensión,

semiología

de

bajo gasto o anemización, debe hacernos

sospechar

la aparición

de

esta

complicación

y

proceder

a

la

realización

de

explora-

ciones

complementarias.

Algunos

de

estos

signos

y

síntomas

pueden deberse a otras circunstancias

(taquicardia por el dolor,

anemización

por

hemodilución,

hipotensión

por

tratamiento

antihipertensivo

excesivo

.

.

.

),

por

lo

que

es

necesario

realizar

un

juicioso

análisis

clínico

de

la

situación

global

del

paciente.

También existen otros signos y síntomas clínicos derivados de

la

extravasación de sangre a

los distintos compartimentos corpora-

les

(hemotórax, hemomediastino, hemorragia

retroperitoneal),

que pueden

crear disnea

o

compresión de

otras

estructuras.

Es

importante

indicar

que

no

todos

los

derrames

pleurales

impli-

can

rotura de

la

falsa

luz

aórtica, ya que pueden producirse por

fenómenos

inflamatorios

locales. Otra

forma

de manifestación

es

la

aparición de

fístulas

aorto-intestinales,

aorto-esofágicas

o

aorto-bronquiales

(hemorragias digestivas

o hemoptisis,

gene-

ralmente masivas y de pronóstico

infausto).

La herramienta diagnóstica de elección es

la TAC con contraste,

que nos permitirá comprobar

la existencia de derrames o hema-

tomas,

y

además

apreciar

la

extravasación de

contraste

en

fase

arterial a

través del punto de

rotura de

la aorta.

b) Malperfusión:

las

manifestaciones

clínicas

del

síndrome

de malperfusión

son

tan

amplias

y

variadas

como

la

cantidad

de

órganos

que

pueden

verse

afectados.

La

isquemia

visceral

puede manifestarse

en

forma

de

hepatitis

isquémica,

pancrea-

titis

aguda,

insuficiencia

renal

aguda,

hipertensión

refractaria

o

infarto

intestinal

a

distintos

niveles

(isquemia mesentérica

o

colitis

isquémica). Las

isquemias agudas de

las extremidades

se

manifiestan

con dolor, palidez o

cianosis, parestesias,

anestesia

o parálisis con

infarto muscular,

según

los mecanismos de com-

pensación

en

cada

paciente

y

la

velocidad

de

instauración

del

cuadro.

La

aparición de paraplejia

obedece

a

la

afectación

bila-

teral de

las ramas

intercostales, que provocan

isquemiamedular.

También

en

este

caso

la

TAC

con

contraste

es

la

herramienta

diagnóstica más útil y

rápida en nuestro medio. Nos permite apre-

ciar

la afectación de

las distintas ramas de

la aorta por

la progresión

de la disección y la captaciónde contraste en fase arterial por los dis-

tintos órganos. En caso de que

la TAC no

sea definitiva, puede estar

indicada

la

realización

de

una

arteriografía

diagnóstica,

que

ade-

más podría ser empleada para

tratamiento endovascular mediante

colocación de endoprótesis para sellar

la entrada de

la disección o

la

fenestración del colgajo

intimo-medial. Los estudios de

laboratorio

pueden ser

importantes a

la hora de

revelar

isquemia

renal o

intes-

tinal,

aunque

normalmente

la

aparición

de marcadores

en

sangre

es

tardía

y

no

nos

permiten

una

adecuada

y

temprana

resolución

del

cuadro.

Tratamiento de

las

complicaciones de

la disección de aorta

tipo B

El

tratamiento

inicial de

la disección

tipo B

es

siempre médico,

conmedicación antihipertensiva y analgésica. Es un tema constante

de

controversia

si

el

tratamiento

endovascular

ofrece

una mejor

expectativa de supervivencia a

los pacientes con disección de aorta

tipo B no complicada. Las guías publicadas en 2010 no encontraron

ninguna evidencia en

la

literatura existente hasta esemomento que

refrendase

la

implantación

de

endoprótesis

torácicas,

quedando

como

una

recomendación

de

clase

IIb

con

nivel

de

evidencia

C

1

.

El

primer

ensayo

clínico

aleatorizado

que

comparaba

estos

trata-

miento

fue

INSTEAD, cuyos resultados

iniciales, a uno y dos a˜nos

5–7

no

lograron demostrar mayor

tasa de

supervivencia ni menor

inci-

dencia de eventos

relacionados con

la aorta en el grupo que

recibió

tratamiento endovascular

frente al que recibió

tratamiento médico

óptimo,

aunque

se

apreció mayor

tasa

de

remodelamiento

(desa-

parición de

la

falsa

luz,

estabilización del diámetro

aórtico)

en

los

pacientes

tratados

con

prótesis

torácicas.

Sin

embargo,

el

último

seguimiento

realizado para

los

grupos de

tratamiento

tras 5

a˜nos,

publicados recientemente en el estudio

INSTEAD-XL

8

, comienzan a

mostrar una ventaja estadísticamente

significativa en

términos de

mortalidad a 5 a˜nos para el grupo que recibió tratamientomediante

endoprótesis

torácica

en

la

fase

aguda,

además

de

las

ventajas

ya

conocidas previamente

sobre el

remodelamiento de

la aorta.

Las

herramientas

terapéuticas

quirúrgicas

para

el

tratamiento

de

las complicaciones de

la disección aórtica

tipo B

requieren habi-

tualmente de un enfoque multidisciplinario, siendo

las alternativas

la

cirugía

abierta

y

la

cirugía

endovascular,

y mostrando

cada

téc-

nica diferentes ventajas para

cada

situación.

La

rotura

de

la

falsa

luz

exige

en

la mayoría

de

los

casos

ciru-

gía

abierta,

que

será

desarrollada

en

su

artículo

correspondiente.