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M.L. Polo

López

et al.

/ Cir Cardiov. 2016;

23(5)

:220–228

223

A

B

D

C

Figura

3.

Tomografía

computarizada

en

adultos

con

situación

Fallot

reparada.

A)

Corte

sagital mostrando

descendente

anterior

anómala

que

sale

del

ostium

coronario

derecho y pasa anteriormente al

infundíbulo del VD

(flecha). B) Reconstrucción

tridimensional observándose arteria coronaria derecha

(flecha blanca) con

rama conal grande

(flecha

roja) próxima al parche

transanular. C-D) Reconstrucción

tridimensional de disección aórtica

tipo A.

rutinariamente

desde

el

a˜no

2005. Utilizamos

la

tomografía

com-

putarizada

cuando

está

contraindicada

la

resonancia

( fig. 3 ).

De

acuerdo

con

su

indicación

quirúrgica

( tabla 3 ),

en

estos

pacientes

predomina

la

insuficiencia

pulmonar,

el

32%

asocia

insuficiencia

tricuspídea y el VD

suele estar dilatado y disfuncionante, mientras

que el ventrículo

izquierdo

se

contrae bien.

Las

reesternotomías

requirieron

circulación

extracorpórea

e

hipotermia moderada.

La

canulación

fue

central de

aorta

y

bicava

en el 55% y periférica en el 45% restante para minimizar una posible

injuria cardíaca asociada a la reapertura esternal

( fig. 4 ),

individuali-

zándose esta decisión en cada paciente según el grado de dilatación

del VDy sus adherencias con la pared torácica. En31pacientes (34%)

sin

defecto

septal

residual

en

los

que

solamente

había

que

traba-

jar

en

las

cavidades

cardíacas

derechas,

operamos

con

el

corazón

latiendo para evitar

la

isquemia miocárdica y

los 59 restantes

(66%)

requirieron pinzado aórtico y parada cardíaca. Los

tiempos medios

de circulación extracorpórea y pinzamiento aórtico fueron 175

±

91

y 63

±

65 min,

respectivamente.

La

conexión

VD-AP

no

se

tocó

en

17

pacientes

(18,9%);

se

interpuso

una

bioprótesis

pulmonar

en

62

pacientes

(68,9%).

En

los

11

pacientes

restantes

(12,2%)

se

realizó

otra

conexión

como

interposición

de

conducto

valvulado

en

7

y

parches

infra/transanular

en

4.

El

tama˜no

de

las

bioprótesis más

frecuen-

temente

implantadas

fue

27

y

29mm.

Recibieron

bioprótesis

pulmonar aislada 20 pacientes

(22,2%).

La

insuficiencia valvular aórtica en 17 pacientes

(18,9%) requirió

intervención: 15 recibieron prótesismecánica (asociada con cirugía

de Bentall-DeBono

en

uno

y

con

conducto

supracoronario

en

3)

y

en

los 2

casos

restantes hicimos una plastia valvular

(asociada

con

reparación de

seno de Valsalva

roto en uno).

Requirieron cirugía

tricuspídea 23 pacientes

(25,5%):

la mayoría

(19)

recibieron

anuloplastia

(de Vega

en

10,

anillo protésico

en

9)

y

los

otros

4

con

su

válvula

no

susceptible

de

arreglo

precisaron

sustitución por una bioprótesis.

Hasta un 45 pacientes

(50%)

tenían

cortocircuito

residual

auri-

cular

(27)

y/o

ventricular

(25),

que

se

cerró

quirúrgicamente

con

parche o puntos

sueltos. En el

anexo d

etallamos otras cirugías aso-

ciadas.

La MH

fue

del

4,4%

( tabla 4 ).

No

falleció

ningún

paciente

con

bioprótesis

pulmonar

aislada

ni

ningún

portador

de

conducto

VD-AP

disfuncionante. Aparecieron

complicaciones

en

37

pacien-

tes

(42,5%),

destacando

entre

todas

la

arritmia

supraventricular.