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PÉPTIDO NATRIURÉTICO
El péptido natriurético cerebral (
brain natriuretic peptide,
BNP
en inglés) es una hormona liberada en los ventrículos cardíacos
ante el estímulo del aumento de la tensión parietal por incre-
mento de la presión y/o volumen intracavitarios. La liberación se
realiza como una prohormona (de 108 aminoácidos) que sufre
un clivaje enzimático a dos moléculas: BNP (la porción activa
de 32 aminoácidos) y NT-proBNP (molécula inactiva de 76
aminoácidos). El BNP produce vasodilatación arterial, diuresis y
natriuresis, así como reduce la actividad del sistema renina-an-
giotensina y aldosterona y del sistema nervioso simpático.
La medición de los niveles de péptido natriurético ha sido
usada para el diagnóstico diferencial de disnea en el contexto
del servicio de urgencia. Su importancia ha sido evaluada en la
estratificación de riesgo de los síndromes coronarios agudos.
También su uso ha sido ensayado para la evaluación diagnóstica
de tromboembolismo pulmonar.
Angelantonio y cols. (24) publicaron un análisis multicéntrico
y revisión sistemática de la literatura sobre 40 estudios pros-
pectivos que incluyó más de 87474 pacientes y 10625 eventos
cardiovasculares, en 3 distintos grupos: participantes desde una
aproximada población general; personas seleccionadas sobre la
base de elevados factores de RCV y pacientes con ECV estable (al
momento del ingreso al estudio).
Se observó que hubo casi tres veces más de riesgo de enfer-
medad CV al comparar el tercio más alto de valores basales de
péptido natriurético con aquellos en el tercio más bajo, incluso
después de ajuste a factores de RCV convencionales (Figura 4).
Por otra parte, catorce estudios evaluaron el impacto en la
acuciosidad diagnóstica que agregaba la medición de BNP
o NT-proBNP a un modelo de predicción de RCV “básico” que
incluía factores de RCV clásicos (por ejemplo: edad, sexo, taba-
quismo, historia de diabetes mellitus, presión arterial (con o sin
hipertensión arterial); colesterol total y HDL (Figura 5).
Se observó que para las distintas poblaciones estudiadas
(aprox. población general, pacientes con elevados factores
de RCV y pacientes con enfermedad CV estables al ingreso)
hubo apenas una modesta mejoría en la discriminación de RCV
cuando se adicionó BNP o NT-proBNP a los factores de RCV
convencionales.
De esta forma, se concluyó que los datos disponibles indican una
fuerte relación entre los niveles circulantes de péptidos natriu-
réticos y riesgo de ECV para un rango de diferentes circuns-
tancias. Sin embargo, se requieren estudios con poblaciones
generales mayores para clarificar alguna utilidad predictiva de
estos biomarcadores.
Esta evidencia ha sido recogida en 2010 ACCF/AHA
Guideline for
Assessment of Cardiovascular Risk inAsymptomatic Adults (American
College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task
Force on Practice Guidelines)
en que la recomendación de la
medición de péptidos natriuréticos para evaluación de RCV en
adultos asintomáticos es clase III (o sea, sin beneficio), y por lo
tanto, no es recomendada (nivel de evidencia: B).
FIGURA 4.
PÉPTIDO NATRIURETICO Y RIESGO CARDIOVASCULAR
Enfermedad Cardiovascular‡
Nº. de
Estudios
Nº. de
Participantes
Nº. de
Eventos
40
87 474 10 625
2.82 (2.40, 3.33)
2.03 (1.54, 2.66)
1.93 (1.58, 2.37)
Enfermedad Coronaria
Riesgo Relativo (95%CI) superior
vs el tercio inferior
19
56 335
4 301
Accidente Cerebro vascular
13
56 764
2 063
1.0
1.5 2.0
3.0 4.0
Relative risk for CVD in individuals in the top vs bottom third of baseline BNP or NT-proBNP levels. †From random- effects meta-analysis. ‡Nineteen
studies did not report estimates for CHD and stroke separately. Assessment of heterogeneity: cardiovascular disease: I2, 83; 95% CI, 77 to 87; P>0.0001;
CHD: I2, 88; 95% CI, 83 to 92; P
>
0.001; stroke: I2, 55; 95% CI, 15 to 76; PZ0.001.
REF: Di Angelantonio et al.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 133-141]