394
para el año 2020 (1). En Chile la EPOC es también un problema
de Salud Pública, debido a su alta prevalencia y a su condición
progresiva, el deterioro significativo de la calidad de vida y el gran
impacto económico en las personas y en el sistema de salud (2).
El curso crónico de esta enfermedad se ve a menudo agravado por
episodios de agudización o exacerbación, definido como un cambio
en la situación clínica basal del paciente más allá de la variabilidad
diaria que cursa con aumento de la disnea, de la expectoración,
cambio en el aspecto del esputo o cualquier combinación de estos
tres síntomas y que precisa un cambio terapéutico (3).
Los programas de cuidado y atención al paciente EPOC incluyen
la asistencia multidisciplinaria de las distintas áreas involucradas
en la evolución de la enfermedad. Estos programas de trata-
miento abordan en líneas generales el cese del tabaquismo,
tratamiento farmacológico, oxigenoterapia, soporte nutricional
y la rehabilitación; esta última a cargo de kinesiólogos, quienes
intervienen diseñando y aplicando programas de Rehabilita-
ción Respiratoria durante los periodos intercurrentes y también
desarrollando una labor de carácter asistencial a nivel hospita-
lario en la fase de exacerbación.
TRATAMIENTO KINÉSICO EN LA EPOC
En el curso de una reagudización de la EPOC, si la demanda
ventilatoria del paciente sobrepasa la capacidad de la muscu-
latura respiratoria se caerá en Insuficiencia Respiratoria
Aguda. Signos como movimiento paradójico toracoabdo-
minal, utilización de la musculatura accesoria, hipotensión
arterial y encefalopatía indican una agudización grave que
requerirá manejo en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI),
y probablemente asistencia ventilatoria. Si bien la evidencia
actual apoya el uso de ventilación mecánica no invasiva
(VMNI), con frecuencia es necesario el uso de Ventilación
Mecánica Invasiva (VMI), para pacientes con enfermedad más
severa (exacerbaciones graves).
La VMI cuando es requerida tiene por objetivo proporcionar
niveles adecuados de oxigenación y ventilación alveolar, corregir
la acidosis que podría amenazar la vida del paciente, permitir el
reposo y la recuperación de los músculos respiratorios tras un
periodo de agotamiento y ganar tiempo para que actúe el trata-
miento médico, mientras se revierte la causa que precipito la
exacerbación.
Los objetivos de la Kinesiología Respiratoria (KNTR) incluyen
optimizar la ventilación alveolar, reducir el trabajo diafragmá-
tico, mejorar la mecánica ventilatoria y facilitar la eliminación
de secreciones bronquiales. Todo esto mediante una serie de
Técnicas Kinésicas Respiratorias
compuestas por un conjunto
de maniobras manuales sobre el tórax, ejercicios ventilatorios,
posiciones y procedimientos terapéuticos destinados a mejorar
la ventilación alveolar y así optimizar el intercambio gaseoso.
Como la VMI se asocia a numerosos efectos secundarios, es
aconsejable iniciar el proceso de desconexión lo más precoz-
mente posible. Se recomienda el uso de VMNI tras la extubación
como puente hasta que el paciente logre la ventilación espon-
tánea sin necesidad de soporte ventilatorio alguno.
El uso de VMNI corresponde al tratamiento actual de primera línea
en EPOC. Se ha constituido en un importante elemento terapéu-
tico, ya que permite solucionar exitosamente un gran porcen-
taje de los casos reduciendo costos, estadías, complicaciones y
mortalidad. Los objetivos de su uso son reducir la alteración de
la bomba ventilatoria estableciendo un normal equilibrio entre
la carga muscular y la capacidad muscular respiratoria, aliviando
la fatiga muscular, disminuyendo la frecuencia respiratoria (FR),
evitando el colapso alveolar y mejorando la oxigenación arterial.
La acción terapéutica del kinesiólogo en los pacientes con VMNI
se traduce en promover la adaptación del paciente al equipo,
asegurar un buen ajuste de la interfase, minimizar la fuga del
circuito, instruir al paciente en técnicas kinésicas ventilatorias,
promover tos efectiva y el registro de los parámetros venti-
latorios y signos clínicos como FR y valores de saturación de
oxígeno. Junto con esto se debe asegurar una buena posición
del paciente, de elección 45 grados respecto de la vertical, ejer-
cicios de espiración lenta, maniobras de distribución del aire
inspirado más asistencia tusígena.
Es recomendable también en esta etapa la movilización del
paciente mediante una secuencia progresiva de actividades
físicas que van desde la movilización en cama en una primera
etapa, pasando por la transferencia a silla, hasta la bipedestación
y deambulación en un circuito previamente establecido dentro
de la UTI, con o sin oxígeno suplementario, según las necesi-
dades del paciente.
Al egresar el paciente de la UTI, pasa a la Unidad de Cuidados
Intermedios (UCI), donde se continúa con el tratamiento kiné-
sico orientado tanto a mejorar las condicionantes respiratorias
como motoras, estableciendo continuidad con las actividades
kinésicas ya comenzadas en la UTI. Actualmente, se pone espe-
cial énfasis en la actividad física precoz a fin de conseguir esta-
bilidad cardiorrespiratoria mediante actividades que alcancen
efectos fisiológicos optimizando la ventilación, perfusión y el
metabolismo muscular. La KNTR continúa tanto con el paciente
conectado a VMNI como en ventilación espontanea, orientada a
conseguir los objetivos ya planteados anteriormente.
En ocasiones se hace necesario diseñar un programa de entre-
namiento de la musculatura respiratoria con el uso de Válvula
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 393-398]