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para el año 2020 (1). En Chile la EPOC es también un problema

de Salud Pública, debido a su alta prevalencia y a su condición

progresiva, el deterioro significativo de la calidad de vida y el gran

impacto económico en las personas y en el sistema de salud (2).

El curso crónico de esta enfermedad se ve a menudo agravado por

episodios de agudización o exacerbación, definido como un cambio

en la situación clínica basal del paciente más allá de la variabilidad

diaria que cursa con aumento de la disnea, de la expectoración,

cambio en el aspecto del esputo o cualquier combinación de estos

tres síntomas y que precisa un cambio terapéutico (3).

Los programas de cuidado y atención al paciente EPOC incluyen

la asistencia multidisciplinaria de las distintas áreas involucradas

en la evolución de la enfermedad. Estos programas de trata-

miento abordan en líneas generales el cese del tabaquismo,

tratamiento farmacológico, oxigenoterapia, soporte nutricional

y la rehabilitación; esta última a cargo de kinesiólogos, quienes

intervienen diseñando y aplicando programas de Rehabilita-

ción Respiratoria durante los periodos intercurrentes y también

desarrollando una labor de carácter asistencial a nivel hospita-

lario en la fase de exacerbación.

TRATAMIENTO KINÉSICO EN LA EPOC

En el curso de una reagudización de la EPOC, si la demanda

ventilatoria del paciente sobrepasa la capacidad de la muscu-

latura respiratoria se caerá en Insuficiencia Respiratoria

Aguda. Signos como movimiento paradójico toracoabdo-

minal, utilización de la musculatura accesoria, hipotensión

arterial y encefalopatía indican una agudización grave que

requerirá manejo en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI),

y probablemente asistencia ventilatoria. Si bien la evidencia

actual apoya el uso de ventilación mecánica no invasiva

(VMNI), con frecuencia es necesario el uso de Ventilación

Mecánica Invasiva (VMI), para pacientes con enfermedad más

severa (exacerbaciones graves).

La VMI cuando es requerida tiene por objetivo proporcionar

niveles adecuados de oxigenación y ventilación alveolar, corregir

la acidosis que podría amenazar la vida del paciente, permitir el

reposo y la recuperación de los músculos respiratorios tras un

periodo de agotamiento y ganar tiempo para que actúe el trata-

miento médico, mientras se revierte la causa que precipito la

exacerbación.

Los objetivos de la Kinesiología Respiratoria (KNTR) incluyen

optimizar la ventilación alveolar, reducir el trabajo diafragmá-

tico, mejorar la mecánica ventilatoria y facilitar la eliminación

de secreciones bronquiales. Todo esto mediante una serie de

Técnicas Kinésicas Respiratorias

compuestas por un conjunto

de maniobras manuales sobre el tórax, ejercicios ventilatorios,

posiciones y procedimientos terapéuticos destinados a mejorar

la ventilación alveolar y así optimizar el intercambio gaseoso.

Como la VMI se asocia a numerosos efectos secundarios, es

aconsejable iniciar el proceso de desconexión lo más precoz-

mente posible. Se recomienda el uso de VMNI tras la extubación

como puente hasta que el paciente logre la ventilación espon-

tánea sin necesidad de soporte ventilatorio alguno.

El uso de VMNI corresponde al tratamiento actual de primera línea

en EPOC. Se ha constituido en un importante elemento terapéu-

tico, ya que permite solucionar exitosamente un gran porcen-

taje de los casos reduciendo costos, estadías, complicaciones y

mortalidad. Los objetivos de su uso son reducir la alteración de

la bomba ventilatoria estableciendo un normal equilibrio entre

la carga muscular y la capacidad muscular respiratoria, aliviando

la fatiga muscular, disminuyendo la frecuencia respiratoria (FR),

evitando el colapso alveolar y mejorando la oxigenación arterial.

La acción terapéutica del kinesiólogo en los pacientes con VMNI

se traduce en promover la adaptación del paciente al equipo,

asegurar un buen ajuste de la interfase, minimizar la fuga del

circuito, instruir al paciente en técnicas kinésicas ventilatorias,

promover tos efectiva y el registro de los parámetros venti-

latorios y signos clínicos como FR y valores de saturación de

oxígeno. Junto con esto se debe asegurar una buena posición

del paciente, de elección 45 grados respecto de la vertical, ejer-

cicios de espiración lenta, maniobras de distribución del aire

inspirado más asistencia tusígena.

Es recomendable también en esta etapa la movilización del

paciente mediante una secuencia progresiva de actividades

físicas que van desde la movilización en cama en una primera

etapa, pasando por la transferencia a silla, hasta la bipedestación

y deambulación en un circuito previamente establecido dentro

de la UTI, con o sin oxígeno suplementario, según las necesi-

dades del paciente.

Al egresar el paciente de la UTI, pasa a la Unidad de Cuidados

Intermedios (UCI), donde se continúa con el tratamiento kiné-

sico orientado tanto a mejorar las condicionantes respiratorias

como motoras, estableciendo continuidad con las actividades

kinésicas ya comenzadas en la UTI. Actualmente, se pone espe-

cial énfasis en la actividad física precoz a fin de conseguir esta-

bilidad cardiorrespiratoria mediante actividades que alcancen

efectos fisiológicos optimizando la ventilación, perfusión y el

metabolismo muscular. La KNTR continúa tanto con el paciente

conectado a VMNI como en ventilación espontanea, orientada a

conseguir los objetivos ya planteados anteriormente.

En ocasiones se hace necesario diseñar un programa de entre-

namiento de la musculatura respiratoria con el uso de Válvula

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 393-398]