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Este último funciona como un seguro, que se financia con una
cotización obligatoria que pagan todos los empleadores y regu-
lado por la Ley 16.744, más un cúmulo de decretos y regla-
mentos.
Existen tres mutuales en Chile: Asociación Chilena de Segu-
ridad (ACHS), la Mutual de la Cámara Chilena de la Construc-
ción (MCChC) y el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST);
también existe una mutualidad a cargo del estado: el Insti-
tuto de Seguridad Laboral (ISL). A diferencia de los anteriores,
el ISL no cuenta con instalaciones para prestaciones médicas
directas, estableciendo convenios con hospitales públicos y
privados.
Como son sistemas paralelos, frente a una enfermedad, ésta
debe ser acogida por uno u otro. El organismo encargado
de evaluar y definir si la condición es de origen laboral es la
COMPIN (Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez). El
organismo superior y fiscalizador es la Superintendencia de
Salud.
La gran ventaja del sistema mutual respecto al otro, es que
no tiene sistema de copago, entrega medicamentos e incluye
rehabilitación en sus prestaciones.
Más detalles acerca del sistema laboral chileno se pueden
encontrar en la bibliografía (2).
Enfrentamiento del paciente con probable enfermedad
respiratoria ocupacional
Las enfermedades producidas por el trabajo no se diferencian
en el cuadro clínico de las no laborales. La diferencia la da el
contexto y los antecedentes del paciente.
En la anamnesis de todo paciente respiratorio, los antece-
dentes laborales son fundamentales. Es importante conocer
tanto su trabajo actual como las labores que haya desempe-
ñado con anterioridad, preguntando en forma específica deta-
lles de la labor que realizaba, el tiempo de exposición, por el
uso de elementos de protección como tapones o máscaras
(este solo hecho debe hacer sospechar una exposición), por la
relación de los síntomas con su trabajo y si otros compañero de
trabajo tienen manifestaciones similares.
Los siguientes elementos pueden orientar al clínico para deter-
minar si son enfermedades respiratorias de origen laboral:
• Síntomas se producen o empeoran en el trabajo.
• Síntomas mejoran en vacaciones.
• Existen más empleados afectados en la empresa.
• Se conoce de trabajadores retirados por la misma enfermedad.
• Existen sustancias potencialmente productoras de enfermedad
en el trabajo.
Frente a la sospecha de una enfermedad producida por el
trabajo, el paciente debe ser derivado a la mutualidad a la cual
se encuentra afiliado o a la COMPIN que le corresponde por
domicilio laboral. Debiera ser derivado con una “Declaración
Individual de Enfermedad Profesional” que se puede descargar
desde el sitio web del ISL (3).
Finalmente serán las mutualidades las encargadas de investigar
y certificar que la enfermedad sea causada por el trabajo, exis-
tiendo instancias de apelación sucesivas, en caso de disconfor-
midad del paciente afectado (2).
Silicosis
La silicosis es probablemente la enfermedad respiratoria
ocupacional más prevalente en los países subdesarrollados.
En
EE.UU. se estima que ocurren entre 3600 y 7300 casos
anuales (4).
En Chile tenemos escasos datos y algunos muy antiguos. Entre
el año 2006 y 2007 se analizó la prevalencia de silicosis en 240
pirquineros de la III Región mediante radiografía, encontrando
16.7% de ellos con silicosis, lo que puede ser considerado
bastante alto, pero en una población de riesgo elevado (5).
La enfermedad se ha vinculado especialmente con faenas
mineras, pero existen otras labores en las cuales se ha descrito
exposición a alta carga de sílice (Tabla 1).
Etiopatogenia y patología
El dióxido de sílice (al cual nos referiremos como sílice en el
resto del artículo) es el mineral más abundante en la tierra,
existe en formas amorfas y cristalinas, siendo estas últimas las
dañinas para el ser humano, especialmente el cuarzo, que es la
forma abundante.
La enfermedad es producida por inhalación y depósito de partí-
culas de sílice en suspensión. El sílice depositado gatilla una
reacción inflamatoria, que lleva a cicatrización y reemplazo
tabla 1.
Actividades laborales vinculadas al
desarrollo de silicosis
• Minería del metal y carbón.
• Industria y procesamientos de metales.
• Plantas de áridos.
• Refinerías y almacenamiento de combustibles fósiles.
• Artesanos del vidrio.
• Artesanos en baldosas y cerámicas.
• Laboratoristas dentales.
Modificado (6)
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 357-366]