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ciones, etc., es posible entender que establecer el diagnóstico

certero no sea fácil. Además, hay una serie de otras situaciones

que dificultan establecer el diagnóstico etiológico. En 1994 el

autor fue invitado al Congreso Latinoamericano de Genética

Humana en México. Allí presentó una clasificación de problemas

para determinar un diagnóstico. En esta primera clasificación

reconocimos problemas debidos al observador, al paciente, a la

enfermedad genética y al ambiente. Sin embargo, en 2009 con

los avances de los exámenes genéticos, agregamos un quinto

grupo de problemas que son debidos a la informática. Es muy

importante que los pediatras y médicos generales estén cons-

cientes de la existencia de estos diferentes problemas para esta-

blecer el diagnóstico.

El primer grupo de problemas es debido al observador.

No es infrecuente que se cometan más errores por evaluación

incompleta que por falta de conocimiento. Con frecuencia el

paciente no ha tenido un examen completo. Hay dos áreas

del cuerpo que habitualmente proporcionan las claves diag-

nósticas más importantes: la cara y las manos. Sin embargo,

con frecuencia, la evaluación de las extremidades se limita

a observar los pliegues palmares de flexión ignorando otros

elementos diagnósticos. Frecuentemente tampoco es exami-

nada el área de los genitales. Otro problema común es la

subjetividad. Por ejemplo, con frecuencia se reportan orejas

o pabellones auriculares de inserción baja, sin embargo, el

examen objetivo muestra que éstas no están bajas sino poste-

riormente rotadas o son displásticas. Indudablemente la

capacidad del observador está directamente relacionada a su

conocimiento y experiencia.

El segundo grupo de problemas de diagnóstico se debe

al paciente o a la familia.

Ocasionalmente hay pacientes que

proporcionan información incompleta o equívoca. Debemos

estar conscientes de la posibilidad de paternidad falsa. Es

importante también evaluar la presencia de dismorfias en

otros miembros de la familia. Con frecuencia los padres tratan

de justificar los diferentes rasgos dismórficos del paciente

como rasgos familiares. Ocasionalmente los pacientes pueden

presentar, en coincidencia, dos o más condiciones genéticas

de forma simultánea y esto indudablemente dificulta el diag-

nóstico. Históricamente hemos considerado en este grupo de

problemas a los mortinatos o mortineonatos. Sin embargo,

este grupo de pacientes en la actualidad puede no constituir

un mayor problema de diagnóstico si se tiene la precaución de

extraer ADN para futuros estudios genéticos, si fuesen nece-

sarios.

El tercer grupo de problemas de diagnóstico es debido

a la enfermedad genética.

Este problema ha sido el más

prevalente e importante en la literatura médica en los últimos

sesenta años. La heterogeneidad genética existe en muchí-

simas condiciones. Diferentes genes, a veces con diferentes

patrones de herencia, pueden producir un fenotipo similar.

En la actualidad reconocemos la importancia de la interacción

entre genes así como el fenómeno epigenético. Por epigené-

tica se entiende el estudio de cambios heredables en la expre-

sión génica o en el fenotipo celular causado por diferentes

mecanismos sin cambiar la secuencia de ADN. Ejemplo de

tales cambios podrían ser metilación del ADN, deacetilación

de histonas, etc., que suprimen la expresión del gen sin alterar

su secuencia. En la actualidad se entiende mejor el pleiotro-

pismo, o cómo un gen puede afectar diferentes estructuras en

el organismo. Esto también tiene que ver con la variabilidad

clínica. No todos los síndromes presentan el cuadro caracte-

rístico. Abiotropismo es el término que indica que no todas

las enfermedades genéticas son congénitas, es decir son

evidentes al nacer; algunas pueden aparecer a lo largo de la

vida ya sea a edades específicas o variables. Por otra parte,

condiciones ambientales pueden simular herencia mende-

liana, simulando una herencia autosómica dominante o rece-

siva. Como se mencionara, en los últimos treinta años se ha

reconocido la importancia de patrones de herencia no tradi-

cionales. También necesitamos estar conscientes de la posi-

bilidad de estar frente a un mosaicismo gonadal que podría

explicar por qué algunos padres normales pueden tener dos

o más hijos afectados con la misma enfermedad autosómica

dominante.

El cuarto grupo de problemas de diagnóstico es debido

al ambiente.

Esta idea nació hace más de treinta años

trabajando en el INTA, especialmente en la Unidad Metabó-

lica y en el Centro Normativo Macul de CONIN. Ahí recono-

cimos la existencia de muchas enfermedades genéticas que

estaban ocultas bajo el diagnóstico de desnutrición. Cuando

familias de buen nivel socioeconómico tienen un niño que

presenta retraso del crecimiento o del desarrollo psico-

motor, el pediatra rápidamente refiere el niño al neurólogo,

genetista u otro especialista; mientras que cuando el mismo

paciente nace en un ambiente deprivado, el retraso se atri-

buye a factores nutricionales o ambientales. En este grupo

incluimos también limitaciones para realizar algunos estu-

dios, especialmente los nuevos estudios moleculares. Hay

muchos exámenes que se realizan sólo en algunos labora-

torios de Estados Unidos, Europa o algún otro país. También

es importante mencionar cómo el alto costo de algunos de

estos exámenes es, con frecuencia, un factor limitante para

establecer un diagnóstico etiológico.

El quinto grupo de problema de diagnóstico es el

debido a la informática;

es importante considerar que, a

pesar de los avances en este campo, aún existen problemas

con la interpretación de algunos resultados. El incompleto

conocimiento de la correlación entre fenotipo y genotipo es

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(4) 453-457]