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en Internet, pueden leerlo los padres de los niños afectados por

cada enfermedad en particular. No todos ellos pueden reac-

cionar de una manera positiva como lo hicimos nosotros. Nos

dimos cuenta que el AMOR puede ser más fuerte y más pode-

roso que la literatura científica. Es el único remedio que no tiene

contraindicaciones, porque mientras más se da, más se obtiene.

Es esta la razón, espero no se ofendan los médicos que leen mi

artículo, por el cual deberían entender el por qué ambos roles

son fundamentales para luchar contra enfermedades raras. De

hecho muchos padres aprenden bastante acerca de los aspectos

científicos de la enfermedad que afecta a sus hijos y se convierten

en pequeños doctores. Esperamos que los doctores nos ayuden

en la lucha con esta enfermedad y aprendan también, a ser

un poco padres de estos niños especiales. Esta es la base y la

maravillosa opción que hizo la Organización Internacional del

Síndrome de Prader-Willi (IPWSO, por su sigla en inglés) desde

que fue fundada en 1991. Es cierto que somos una organización

de padres, pero estamos totalmente abiertos a la cooperación

con profesionales interesados en el PWS en el mundo y es por

esa razón que tenemos un padre/madre delegado y un profe-

sional delegado en cada país miembro que pertenece a nuestra

organización.

El síndrome de Prader-Will (PWS) es la causa genética conocida

más común de obesidad mórbida en niños. Se estima que la

tasa de incidencia de PWS es de 1 en 12.000 a 15.000 RN. Es

un desorden genético complejo relacionado con problemas en

el cromosoma 15. Estos genes, que en el PWS no se expresan,

tienen una función importante en la regulación del apetito,

en los niveles metabólicos, en las funciones cognitivas y en los

patrones de comportamiento. El PWS se asocia a un daño orgá-

nico al hipotálamo. Este daño es irreversible. Históricamente, los

tratamientos con farmacoterapia, cirugía o técnicas de modifi-

cación del comportamiento para mitigar el hambre no han sido

efectivos. Las dos características distintivas del síndrome de

Prader-Willi son:

• Impulso crónico e insaciable por comer.

• Bajo consumo de energía debido a un tono y masa musculares

reducidos.

Estos dos factores pueden llevar a un comer excesivo y a una

obesidad mórbida. Además, la condición genética, típicamente,

causa discapacidad cognitiva, desarrollo sexual incompleto y

problemas de comportamiento.

EL INFANTE nace con tono muscular muy débil y con retraso en

el desarrollo. En algunos países, esto puede cobrar la vida de

un bebé, ya que la mayoría de ellos no puede mamar y tiene

dificultades al succionar la mamadera. A menudo, estos bebés

requieren alimentación por sonda durante algunas semanas

o incluso meses. Los problemas respiratorios pueden requerir

monitoreo y oxigenoterapia.

EL NIÑO PEQUEÑO requiere terapia ocupacional, física y de

lenguaje. Entre los dos y cuatro años, el niño con PWS comen-

zará a desarrollar un apetito insaciable. A menos que se realicen

intervenciones de manejo bien llevadas, el niño se convertirá en

alguien extremadamente obeso.

EL ADOLESCENTE, sin un manejo apropiado del control de

alimentación, puede desarrollar obesidad extrema, que a

menudo termina en problemas de salud que amenaza la vida

y el rechazo social. Típicamente, las cocinas deben ser cerradas

con llave y vigiladas de cerca. Igualmente importante son los

temas emocionales que surgen, especialmente cuando el niño

entra en la adolescencia y quiere tener mayor independencia.

EL ADULTO, es incapaz de vivir una vida independiente, en gran

medida, debido a una falta de control del apetito y a problemas

de comportamiento. La vida social se limita debido a la nece-

sidad de requerir ambientes y actividades controlados durante

toda la vida.

Gracias al apoyo de IPWSO, muchos países subdesarrollados

o en vías de desarrollo cuentan actualmente con diagnós-

tico temprano, mayor educación para los padres y profesio-

nales, terapia con hormona del crecimiento (aún no aprobada

en muchos países) y asistencia médica. Hoy en día, muchas

personas que tienen PWS viven más años, en forma más sana y

más felices. La investigación es continua con el fin de desarrollar

mejores tratamientos y descubrir la causa del PWS.

Me gustaría darles algunos ejemplos de lo que las agrupaciones

de padres son capaces de hacer o lograr, empezando por mi

historia personal y de cómo me involucré en IPWSO junto con

mi familia. Una vez que descubrimos qué síndrome afectaba a

nuestro hijo Daniele, quisimos saber más y contactamos a otras

familias afectadas por este síndrome. Nos hicimos miembros

de la Asociación Italiana de PWS con sede en Milán y me solici-

taron que fuera su representante en Congresos Internacionales

debido a mi conocimiento de lenguas extranjeras y mi expe-

riencia de negocios en el extranjero. Mi esposa Maurizia me

impulsó a aceptar esta solicitud puesto que habíamos tenido

suerte en obtener un diagnóstico temprano y por lo tanto,

debíamos ayudar a otras personas que no habían tenido la

misma oportunidad. Cuando asistí a la 2ª Conferencia Interna-

cional del Síndrome de Prader Willi en Oslo en 1995, descubrí

cómo estaban organizados otros países desarrollados. Yo repre-

sentaba al Mundo Latino junto con un padre de familia español y

una madre de familia argentina y la primera impresión que tuve

es que vivíamos en planetas diferentes. Fui invitado a formar

parte del nuevo directorio de IPWSO, donde se me solicitó ser

el encargado de las relaciones públicas y eventualmente llegué

también a ser tesorero de la organización. En 1998, organicé la

3ª Conferencia Internacional de PWS en Jesolo, cerca de Venecia,

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(4) 511-519]