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offering treatment alternatives for some pathologies that until

now had only been managed with surgery.

Key words: Advanced endoscopy, chromoendoscopy, colorectal

cancer surveillance, therapeutics in inflammatory bowel

diseases.

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) corresponden a

un grupo de enfermedades determinadas por una inflamación

crónica del intestino, caracterizadas por períodos de remisión y

reactivación alternantes. La Colitis Ulcerosa (CU) y la Enfermedad

de Crohn (EC) son las enfermedades más importantes de este

grupo, que resultan de una respuesta inflamatoria inapropiada

a patógenos intestinales en individuos genéticamente suscep-

tibles (1). Contribuyen en forma importante a la patología colo-

rrectal por la pérdida funcional de los segmentos intestinales

afectados a largo plazo, su evolución hacia la cronicidad y el

deterioro de la calidad de vida de los pacientes (2). Su potencial

evolución hacia complicaciones representa hasta ahora un alto

riesgo de morbilidad quirúrgica, como la aparición de estenosis,

fístulas, abscesos y el mayor riesgo de desarrollo de cáncer

colorrectal (CCR) y colangiocarcinoma (CC) en el subgrupo de

pacientes que desarrollan colangitis esclerosante primaria (CEP).

Hasta hoy el rol del endoscopista en EII está bien definido en el

diagnóstico inicial, la diferenciación entre estas dos patologías

y en evaluar su severidad. Con el desarrollo actual de técnicas

de endoscopia más avanzadas, tanto diagnósticas como tera-

péuticas, se han expandido las indicaciones de procedimientos

endoscópicos en estos pacientes (3). La incorporación de endos-

copistas avanzados en su manejo ha permitido el tratamiento

endoscópico de estenosis anastomóticas y de intestino delgado,

complicaciones del reservorio ileal post colectomía como este-

nosis y senos, la evaluación de fístulas y abscesos perianales

mediante endosonografía rectal y la detección de displasia y

CCR. Además, mediante la utilización de la colangiopancreato-

grafía retrógrada endoscópica (CPRE), participan en el diagnós-

tico y manejo de la CEP y la pesquisa del CC (Figura 1).

Discutiremos en esta revisión el rol del endoscopista avanzado

en el manejo de pacientes con EII.

Vigilancia de neoplasias en Enfermedad

Inflamatoria Intestinal

I. Vigilancia de Cáncer Colorrectal

Los pacientes con EII de larga data tienen mayor riesgo de desa-

rrollar CCR en comparación con la población general. Eaden et

al estimó en su meta-análisis que la prevalencia global de CCR

en CU es de 3,7% (4) y Ekdan et al en su estudio en población

sueca estimó la razón de incidencia estandarizada en 5,7 (5),

sin embargo ambos estudios datan de la década del 90. Un

metaanálisis reciente estimó el riesgo relativo en 2.4 (6) y estu-

dios más actualizados muestran un riesgo de CCR menor e

incluso inexistente, con un riesgo relativo entre 1 y 2,75 (7).

En la EC, el riesgo de desarrollar CCR se iguala al de CU si existe

compromiso colónico de al menos 1/3 de su extensión (8).

Las diferencias entre los estudios más antiguos con los actuales

podrían estar determinadas por sesgos en la selección de los

pacientes incluidos, el uso amplio de 5-ASA, la mejoría en el

control de la inflamación de la mucosa, la realización de colec-

tomía a tiempo y la implementación de programas de vigi-

lancia (6).

Se conoce que el riesgo de CCR aumenta en proporción a los años

transcurridos desde el inicio de los síntomas, y que éste comienza

a aumentar desde los 8-10 años del debut de la enfermedad para

colitis extensa y 15-20 años para colitis izquierda. Eaden mostró

una incidencia acumulativa de 2% a 10 años, 8% a 20 años y 18%

a los 30 años de la enfermedad. La duración promedio desde el

debut a la presentación de CCR fue de 16.3 años (4). El estudio

de vigilancia con mayor número de pacientes hasta el momento,

mostró que el riesgo de CCR tiene una presentación lineal y no

exponencial, estimando 2,5% a 20 años a 10,8% a 40 años de CU

extensa, con una media hasta la presentación de 23,5 años (9). A

pesar de estas cifras y de que la vigilancia se inicia clásicamente

a los 8-10 años de enfermedad, Lutgens calculó que 17-22% de

los pacientes desarrollarían CCR previo a este período. Creemos

que dado que se trata de los resultados de un solo artículo, la

recomendación de colonoscopía en pacientes con EII debe ser

estratificada según la presencia de factores de riesgo de cada

paciente (10). Es importante destacar el subgrupo de pacientes

con EII asociado a CEP, quienes deben iniciar el programa de vigi-

lancia con una colonoscopía anual desde el momento del diag-

nóstico (11). Otros factores de riesgo independiente de CCR en

EII se mencionan en la Tabla 1.

La racionalidad de la secuencia inflamación-displasia-adeno-

carcinoma es lo que sustenta la realización de vigilancia de

CCR en estos pacientes. Hasta la fecha, no existen estudios

randomizados prospectivos que muestren un beneficio en

términos de mortalidad de CCR en EII atribuible a la vigilancia,

y probablemente no contaremos con ellos por razones éticas.

El grupo Cochrane ha realizado revisiones sistemáticas en

los años 2004 y 2006, sin poder establecer evidencia que la

vigilancia mejore la sobrevida (16). Sin embargo, en la última

revisión sólo dos estudios cumplieron los criterios de inclu-

sión. Lutgen et al señalaron en su estudio retrospectivo que los

pacientes diagnosticados con CCR mediante vigilancia tenían

mejor pronóstico que aquellos fuera de ésta, con una sobrevida

a cinco años de 100% vs 75% (p= 0,042), con una muerte en

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(5) 667-675]