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2. Estudio de pH

Con la introducción del test de IBP y con la creciente utilización

de terapia empírica de IBP en el DTNC la utilidad de la pHmetría

de 24 horas ha disminuido.

Se sigue utilizando en aquellos pacientes en que se requiere una

medición objetiva de la presencia de reflujo, como por ejemplo

en aquellos pacientes que son candidatos a cirugía anti RGE o en

pacientes en los cuales la prueba con IBP no ha sido categórica

o es negativa (15).

Se ha propuesto que la impedancia-pH es más sensible en la

evaluación de pacientes con manifestaciones típicas o atípicas

de reflujo que no responden a doble dosis de IBP, dado el rol

que pudiera estar jugando el reflujo no ácido en pacientes con

DTNC (16,17). Esto aún se encuentra insuficientemente estu-

diado en la literatura médica como para dar una recomendación

específica.

3. Endoscopía digestiva alta

La Guía de la Asociación Americana de Gastroenterología del año

1990 recomienda el uso rutinario de la endoscopía en la evalua-

ción de los pacientes con DTNC (18), aunque diversos trabajos

han reportado tasas variables en cuanto a su utilidad diagnós-

tica.

La detección de alteraciones de la mucosa en pacientes con

DTNC varía entre un 10 a un 44%, siendo la esofagitis erosiva

el hallazgo más frecuente (15). El trabajo con mayor número

de pacientes, realizado por Dickman y cols en un total de 3688

pacientes que fueron a endoscopía por DTNC, encontró que un

44% presentaba una endoscopía normal. De los que presen-

taban alteraciones endoscópicas un 28.6% presentaba hernia

hiatal, 19.4% esofagitis erosiva, 4.4% Esófago de Barrett, 3.6%

estenosis esofágica y 2% úlcera péptica (19). Es decir que las

alteraciones encontradas a la endoscopía en este tipo de

pacientes están relacionadas a RGE.

No hay evidencia de que neoplasias del tracto gastrointes-

tinal alto se presenten exclusivamente con dolor torácico. Por

lo anterior algunos autores plantean que este procedimiento

diagnóstico debiera estar reservado para pacientes con DTNC

y síntomas de alarma como disfagia, odinofagia, baja de peso o

anemia (15).

4. Manometría esofágica

La manometría esofágica es la mejor herramienta disponible para

detectar la presencia de alteraciones de la motilidad esofágica.

En pacientes con DTNC diversos estudios han demostrado que

cerca de un 70% de los pacientes presentan una manometría

normal.

La acalasia es poco frecuente en pacientes con DTNC, presen-

tándose sólo en un 2% de los pacientes que van a estudio

manométrico. Aunque este cuadro típicamente se presenta con

disfagia y baja de peso, algunos pacientes pueden presentar

dolor torácico.

En un estudio reciente que incluyó a 211 pacientes con acalasia

(20), el dolor torácico estuvo presente en 55% de los enfermos,

disfagia en el 81%, regurgitación en 69% y pirosis en 57%. En

pacientes con DTNC recurrente, es importante descartar una

acalasia, debido a que el tratamiento de esta entidad difiere

substancialmente del tratamiento de pacientes con otras alte-

raciones de la motilidad, por lo que la manometría esofágica

está indicada en pacientes con DTNC no relacionado a RGE para

excluir esta condición (15).

En los últimos años se ha desarrollado y ha entrado a jugar un

rol importante en la práctica clínica la manometría esofágica de

alta resolución. Hasta la fecha no hay datos que muestren que

este procedimiento pueda aumentar el espectro diagnóstico en

comparación con la manometría convencional en pacientes con

DTNC (16).

5. Tests de provocación

Se han descrito por muchos años los denominados test de

provocación para estudiar a los pacientes con DTNC. Entre ellos

tenemos al test de perfusión de ácido (Test de Bernstein), los

test para evaluar dismotilidad esofágica (test de betanecol, test

de edrofonium, test de ergonovina, test de pentagastrina) y

los test de sensibilidad esofágica (test de distensión con balón,

planimetría por impedancia y estimulación eléctrica) (15).

No hay claridad de que estos procedimientos tengan alguna

utilidad en la práctica clínica. En general son exámenes difíciles

de realizar y de estandarizar los que deben ser reservados a la

investigación clínica (16).

OPCIONES DE TRATAMIENTO

1. Manejo del RGE

El manejo de un paciente con DTNC debe iniciarse con trata-

miento para el RGE con doble dosis de IBP, 30 minutos antes del

desayuno y cena por uno a dos meses. Si hay una respuesta favo-

rable al uso de IBP posterior a este período los pacientes deben

intentar disminuir la dosis del inhibidor de bomba a uno al día.

Esta recomendación se basa en estudios como el de Achem y

cols que al utilizar omeprazol 20 mg dos veces al día por un

período de dos meses vs placebo demostraron una mejoría de

un 81% vs 6 % del dolor torácico (21).

Se han evaluado diferentes IBP. Existe una buena evidencia para

el uso de omeprazol, especialmente en pacientes con esofa-

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(5) 579-585]