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diagnóstico. Estudios de neuroimagen funcional como el

SPECT de transportadores de dopamina o DaTSCAN o el PET

con el trazador [18F]-L-6-fluorodopa, evalúan la integridad

de la vía dopaminérgica (Figura 1) y pueden ayudar en casos

en que exista la duda entre una EP tremórica o temblor

esencial (

Royal College of Physicians

(UK), 2006). Este tipo de

pruebas también son útiles para descartar parkinsonismos

farmacológicos (56) y en el diagnostico diferencial de EP

con parkinsonismos atípicos, sobre todo si se complementan

con estudios del transportador de dopamina postsináptico

o IBZM (57). En algunos pacientes concretos pueden ser

de utilidad otros estudios específicos como una valoración

urológica (ecografía y/o estudio urodinámico) en el caso

de sospecharse una disfunción vesical (58), un estudio del

sistema nervioso autónomo en el caso de existir hipotensión

ortostática (59) o un estudio electromiográfico en el caso de

sospecharse una polineuropatía concomitante (60).

Finalmente, los estudios genéticos con análisis del

probando para las mutaciones más frecuentes sólo se

recomienda en casos con clara transmisión familiar con

varios familiares de primer grado afectados (24).

TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

Los tratamientos actualmente disponibles tienen un

efecto estrictamente sintomático (61). Ningún fármaco

ha demostrado efecto curativo (o neuroprotector) en

los ensayos clínicos realizados hasta la fecha (62). El

tratamiento de los síntomas debe estar adaptado al

tiempo de evolución, fase de la enfermedad (precoz

versus avanzada), al tipo de sintomatología presente y la

discapacidad que conlleva (motora y no motora).

Enfermedad de Parkinson precoz

Aspectos motores

La levodopa o precursor oral de la dopamina es el

gold-

standard

y fármaco más eficaz para el tratamiento de

las manifestaciones motoras de la EP (63). Sin embargo,

actualmente

existen

otras

múltiples

estrategias

terapéuticas farmacológicas que están resumidas en la

Tabla 2.

Desde la aparición de la levodopa, otros fármacos que

demostrado eficacia de le enfermedad tanto en cuánto

a la clínica motora como a algunos aspectos no motores.

Entre ellos destacan la rasagilina (IMAO-B) y los agonistas

dopaminérgicos no ergóticos como la rotigotina,

pramipexol o ropinirol. Éstos últimos tiene un perfil similar

sin claros efectos de clase aunque se han propugnado

algunas diferencias entre ellos especialmente en cuánto a

efectos adversos. Los agonistas dopaminérgicos ergóticos

(cabergolina, bromocriptina, lisuride) han caído en desuso

debido a un posible aumento de riesgo de fibrosis valvular

cardíaca, por lo que si se utilizan, requieren controles

ecográficos rutinarios (64).

FIGURA 1. PET de Fluorodopa que muestra un patrón de denervación estriatal característico de la

enfermedad de Parkinson

Déficit de captación a nivel posterior de ambos putámenes de distribución claramente asimétrica (en este caso de predominio en el estriado izquierdo).

[ACTUALIZACIÓN EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON - Dr. Raúl Martínez-Fernández y cols.]