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Consideraciones para el uso de AINEs

Los AINEs son inhibidores competitivos de la ciclooxigenasa

(COX), enzima que media la bioconversión del ácido araqui-

dónico en prostaglandinas inflamatorias. Está sólidamente

documentado que su uso se asocia a efectos adversos

gastrointestinales y nefrotoxicidad, debido a la inhibición

preferente de COX-1 (perdiéndose el efecto gastropro-

tector) sobre COX-2, que es el mecanismo buscado para la

inhibición de fenómenos proinflamatorios. Pese a esto, los

AINEs siguen siendo prescritos de forma masiva en los servi-

cios de urgencia, particularmente al alta. Por lo anterior, se

han desarrollado inhibidores más selectivos de COX-2 con

el propósito de no inhibir la actividad protectora de COX-1,

obteniendo un perfil más seguro en términos de los efectos

gastrointestinales con demostrada menor incidencia de

hemorragia digestiva. Sin embargo, se han tenido que

retirar del mercado algunos medicamentos COX-2 selec-

tivos como Rofecoxib, por a asociarse a efectos adversos

cardiovasculares, enfermedad cardíaca y eventos cerebro-

vasculares (23).

Son numerosas las contraindicaciones para el uso de

AINEs, algunas muy frecuentes y conocidas, otras poco

frecuentes y menos recordadas. Las contraindica-

ciones más frecuentes son: Insuficiencia renal crónica

o aguda, insuficiencia cardíaca, alergia a AINEs, úlcera

péptica o antecedentes de sangrado gastrointes-

tinal, antecedentes de cirugía de bypass coronario,

infarto agudo al miocardio reciente, uso de diuré-

ticos e insuficiencia hepática. De las contraindica-

ciones menos recordadas derivan de su interacción con

los anticoagulantes orales y antiplaquetarios (Aspirina,

clopidrogel), litio, fenitoína, ciclosporina y otros AINEs,

que muchas veces los pacientes toman de forma

frecuente, pero no los mencionan al momento de la

anamnesis. Especial cuidado se debe tener en la pres-

cripción de AINEs en los adultos mayores, sobre todo en

aquellos con comorbilidades que puedan repercutir en la

función renal como la hipertensión arterial o la diabetes,

y particularmente en aquellos enfermos que, de manera

crónica, ya se encuentran utilizando medicamentos

que puedan alterarla como los inhibidores de la enzima

convertidora de angiotensina.

En general, los AINEs convencionales y COX-2 selectivos no

se deben prescribir a los adultos mayores y menos cuando

hay polifarmacia o comorbilidades. En el caso de ellos, es

mejor buscar alternativas como el uso de paracetamol en

dosis plena.

Otro grupo importante de considerar es el de los

pacientes sépticos, que pueden presentar ya disfun-

ción renal al momento de la consulta en el SU. En ellos,

también es mejor abstenerse del uso de AINEs aunque la

creatinina esté normal, pues pueden estar ya utilizando

mecanismos de compensación de la función renal, los

cuales podrían fallar como consecuencia de la adminis-

tración de AINEs.

La gran alternativa que se presenta para todos estos pacientes

es el uso de paracetamol, el cual puede combinarse con un

opioide de baja potencia como tramadol si así lo requiriera

el enfermo. Además el paracetamol tiene la ventaja de ser

un excelente antipirético, ideal para aquellos cuyo dolor se

asocia a cuadros infecciosos de bajo riesgo (gripe, amigda-

litis) y de alto riesgo (sepsis) dado su perfil de seguridad. Este

fármaco tiene múltiples presentaciones orales que facilitan

su administración (comprimidos, comprimidos mastica-

bles, gotas, jarabe, supositorio y efervescente) además de la

presentación endovenosa.

2. Paciente adulto sin comorbilidades con dolor

moderado a severo

Ejemplos: Cólico renal, quemaduras, fracturas, dolor abdominal

severo.

a) Consideraciones generales

Este tipo de paciente se beneficia, sin duda y siempre y

cuando así lo desee, de analgesia combinada endovenosa.

Dependiendo del nivel de dolor, la combinación será de dos

o más analgésicos y, por supuesto, de terapia coadyuvante

que el paciente necesite según su patología.

Para los pacientes con dolor moderado se puede iniciar el

tratamiento con AINEs convencionales o COX-2 selectivos y

reevaluar frecuentemente para ver la necesidad de asociar

paracetamol. Como se mencionó más arriba, si la analgesia

no fuera suficiente con el uso de un AINEs, no tiene ninguna

racionalidad utilizar un segundo AINE o COX-2 selectivo, por

el contrario, es perjudicial.

Desde una perspectiva de eficiencia del funcionamiento del

SU, se prefiere utilizar ketorolaco endovenoso debido a que

su administración es más rápida que ketoprofeno, redu-

ciendo considerablemente los tiempos de estada en box

(LOS) de los usuarios. Así también, el Parecoxib endovenoso

en dosis de 40mg, es una buena opción por su efecto rápido

y de fácil administración.

Como se planteó anteriormente, la combinación de parace-

tamol, AINEs y opioide es una muy buena estrategia para los

pacientes con dolor severo (

7/10) dado que los 3 fármacos

utilizan rutas diferentes para tratar el dolor y el paracetamol

con los opioides actúan de forma sinérgica.

[MANEJO DEL DOLOR AGUDO EN EL SERVICIO DE URGENCIA - Dra. Natalia Abiuso y cols.]