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ventrículo, hay compromiso de aquellos que están inmedia-

tamente debajo, como los núcleos del VI y VII par, núcleos

vestibulares, hipogloso y vago. Cuando el tumor compro-

mete el ángulo pontocerebeloso, se encontrará compro-

miso del nervio auditivo, trigémino y facial periférico del

mismo lado del tumor (13-15).

Convulsiones

Se presenta rara vez en los tumores de fosa posterior o infra-

tentoriales. Generalmente se describe como “ataque cere-

beloso” y no representa una crisis epiléptica propiamente

tal, sino más bien una situación de alarma y emergencia,

de pronóstico grave. Durante estos episodios el paciente

adopta una posición de descerebración, incluso opistótono

pronunciado, con inconciencia, bradipnea, bradicardia,

hipertensión arterial. Generalmente se debe a hidroce-

falia aguda con isquemia de tronco, por lo que la descarga

neuronal se origina en la sustancia reticular (16).

Si realmente existe una crisis epiléptica, uno debería pensar

en una siembra subaracnoidea sobre la convexidad de los

hemisferios cerebrales.

Meningismo

Generalmente la rigidez de nuca denota irritación

meníngea por sangre en el espacio subaracnoideo o

detritus

purulento, como ocurre en los pacientes con

hemorragia subaracnoidea o meningitis bacteriana,

respectivamente. Es importante tener en cuenta que la

rigidez de nuca también puede deberse a un proceso

expansivo de la fosa posterior. El paciente presentará un

cuello rígido cuando camina, o inclinación de la cabeza

hacia un lado, o resistencia a la flexión pasiva del cuello.

La rigidez de nuca y dolor representa una irritación y esti-

ramiento de la duramadre, especialmente a nivel de la

unión cérvico-medular, por herniación de las amígdalas

cerebelosas o tejido tumoral.

Ocasionalmente el meningismo puede manifestarse como

una escoliosis dolorosa o radiculopatía, indicando una

siembra tumoral hacia el canal espinal, que es más frecuente

en el meduloblastoma y en el ependimoma (17).

TUMORES MÁS FRECUENTES EN LA FOSA POSTERIOR

EN EDAD PEDIÁTRICA

Meduloblastoma

Los tumores cerebrales son los tumores sólidos más frecuentes

en la edad pediátrica y el meduloblastoma (MB) es el tumor

maligno más común. Su

peak

de incidencia es entre los 5 y

10 años de edad, aunque puede ocurrir en forma congénita y

también afectar a pacientes adultos. Es un tumor que predo-

mina en el sexo masculino en una relación de 2:1.

El tumor se origina en un 90% en el vermis (Figura 5) y en

un 10% en el hemisferio cerebeloso. En los adolescentes

y adultos el tumor tiende a ubicarse lateralmente en el

hemisferio cerebeloso, pudiendo inducir una respuesta

proliferativa de las leptomeninges (variedad desmoplástica).

La clasificación de la OMS clásica dividía el MB es cinco

subgrupos; clásico, anaplásico, de células grandes, desmo-

plástico y de extensa nodularidad. Un consenso de los avances

en estudios moleculares permiten que actualmente el MB se

pueda clasificar en cuatro subtipos moleculares, WNT, SHH,

Grupo 3 y Grupo a (Tabla 1) (4).

FIGURA 5. MEDULOBLASTOMA

Tabla modificada de Acta Neuropathol (2012) 123:465-472 DOI 10.1007/s00401-011-0922-z.

TABLA 1. CONSENSO SUBGRUPOS MOLECULARES DEL MEDULOBLASTOMA

CONSENSUS

WNT

SHH

Grupo 3

Grupo 4

Cho(2010)

C6

C3

C1/C5

C2/C4

Northcott(2010)

WNT

SHH

Grupo C

Grupo D

Kool(2008)

A

B

E

C/D

Thompson(2006)

B

C,D

E,A

A,C

[TUMORES DE LA FOSA POSTERIOR EN PEDIATRÍA - Dr. Felipe Otayza]