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permiten plantear, en algunos casos, una duda razonable
y en otros casos evidenciar en forma clara la veracidad o
falsedad de algunos conceptos considerados por un número
importante de médicos y otros profesionales de la salud
como verdaderos dogmas.
“Los pacientes con alergia al huevo no deben recibir
propofol”
Existe el concepto bastante arraigado entre los médicos de
distintas especialidades y especialmente entre los aneste-
siólogos, que el uso de propofol está contraindicado en los
pacientes con alergia al huevo o a la soya. Este concepto se basa
en el hecho que el preparado de propofol contiene, entre otras
sustancias, fosfátidos de huevo purificados (lecitina de huevo)
y aceite de soya refinado. Este concepto puede ser encontrado
incluso en publicaciones científicas de cierto renombre, por
ejemplo, la revista
AORN Journal,
considerada una revista acre-
ditada para la educación continua en enfermería en los Estados
Unidos de Norteamérica cita textualmente “Las contraindica-
ciones al uso de propofol incluyen la alergia al propofol o sus
emulsiones, huevos o productos derivados del huevo, grano de
soya, aceite de soya o productos derivados de la soya y glicerol”
(1). Incluso algunos prospectos de los laboratorios que fabrican
esta droga indican como contraindicación al uso de propofol el
antecedente de alergia al huevo, soya y maní. Por ejemplo, el
prospecto de Diprivan 1% (AstraZeneca) advierte sobre su uso
en pacientes con alergia al huevo o soya (Australia), soya y maní
pero, no huevo (Reino Unido) o no presenta advertencias de su
uso en alergias alimentarias (Estados Unidos).
La incidencia de reacciones alérgicas al propofol ha sido
estimada entre 1:60000 (2) y 2.2:1000000 (estimación
en Dinamarca). A la fecha existen 6 casos publicados de
sospecha de alergia al propofol en pacientes alérgicos al
huevo, soya o maní, sin embargo, solo en uno de estos casos
se confirmó como factor causal de la alergia el propofol (3).
Murphy realizó un estudio retrospectivo de 42 niños con
alergia demostrada al huevo, soya o maní (IgE específica y/o
test cutáneo) que recibieron propofol dentro de los 12 meses
de realizado el estudio de alergia. De estos niños, sólo dos
tenían historia de shock anafiláctico al huevo. Sólo 1 de los
42 niños alérgicos al huevo presentó un eritema generalizado
y urticaria en relación al uso de propofol. Este niño de 7 años
tenía antecedentes de alergias múltiples y de haber presen-
tado un shock anafiláctico al huevo a los 4 años (4).
Un trabajo danés (5), estudió retrospectivamente 273
pacientes con sospecha de reacción alérgica perioperatoria.
De ellos 153 habían sido expuestos a propofol, de los cuales
solo 4 (2.6%) resultaron positivos para alergia a esta droga
en alguno de los test realizados. Ninguno de los cuatro
pacientes refirieron alergia al huevo, soya o maní y todos
fueron negativos para IgE específica para huevo o soya.
El mismo estudio anterior midió IgE específica para huevo,
soya o maní en un total de 1290 pacientes. El 42% de los
pacientes presentó uno o más test positivos (huevo 26%,
soya 39% y maní 86%). Del grupo de pacientes con test
positivo, 115 confirmó haber recibido alguna anestesia y al
revisar los protocolos operatorios, el 80% recibió propofol.
En ninguno de los casos se registró algún evento que indi-
cara una probable reacción alérgica.
Un estudio español del año 2014, investigó un total de 60
pacientes con esofagitis eosinofílica. En estos pacientes se
realizaron un total de 404 endoscopías con propofol. El
86% de los pacientes tenía sensibilización positiva al huevo,
soya o maní, confirmados con IgE específica o test cutáneo.
Ninguno de los pacientes presentó reacción alérgica a esta
droga (6).
Se ha propuesto que la mayoría de las reacciones alérgicas
mediadas por IgE, son mediadas por el grupo 2-isopropil de
la molécula de propofol. Por otro lado, 3 de los 4 pacientes
del estudio danés, tuvieron test cutáneo y triptasa negativa
coincidentes con el episodio alérgico, sugiriendo la posi-
bilidad de una reacción no mediada por IgE e incluso una
reacción de tipo no alérgico.
En resumen, no hay evidencia que indique que exista contra-
indicación al uso de propofol en pacientes con antecedentes
de alergia al huevo, soya o maní. Basado en el estudio de
Murphy, sería razonable usar con precaución o evitar el uso
de propofol en caso de antecedentes de
shock
anafiláctico
con alguno de estos alimentos.
“En pacientes sometidos a cirugía por fractura de
cadera es más seguro usar anestesia regional”
Existe el concepto, bastante generalizado, que es prefe-
rible realizar una anestesia regional (espinal, peridural) en
pacientes que requieren una cirugía por fractura de cadera.
Este concepto está apoyado por trabajos que demostrarían
un menor riesgo de trombosis venosa profunda (TVP) (7),
menor sangrado (8), menor delirio postoperatorio (que a
su vez se ha relacionado con mayor mortalidad postopera-
toria) (9), menor incidencia de complicaciones respiratorias
(10) y algunos estudios que muestran menor mortalidad a
mediano y largo plazo (11).
Al analizar este punto nos topamos con algunos problemas.
En primer lugar, el manejo de la anestesia general ha
cambiado con los años, de modo que no es lo mismo un
estudio realizado en los años 80, que un estudio realizado
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 747-755]