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La solicitud espontánea de ayuda es muy poco probable y
de no mediar una intervención terapéutica, continuará el
progreso de la adicción.
La intoxicación grave puede llegar tener una letalidad de 10%
en residentes de anestesia (33).
4. Factores de Riesgo Laboral
- Disponibilidad de la Sustancia Adictiva y Sensibilización
Ambiental
El fácil acceso a opioides ha sido descrito como el principal
factor ambiental que explicaría la mayor incidencia de adic-
ción en anestesiólogos en comparación con otras especiali-
dades (3,6-8).
Mientras más potente sea el efecto de elación producido por
una sustancia mayor es su capacidad y rapidez para desarrollar
dependencia esta. En ese sentido los fármacos abusados por
personal de salud tienen en común un potente efecto hedónico.
Recientemente se comprobó que en el aire de pabellón hay
cantidades traza de metabolitos de fentanilo y propofol
que son exhalados por pacientes a quienes se le admi-
nistra por vía endovenosa. Se teoriza que estos metabo-
litos actuarían sensibilizando a individuos susceptibles en
dosis muy bajas e imperceptibles, pero que incrementarían
progresivamente el efecto por sobre lo esperado.
Este fenómeno, denominado de hipersensibilidad, es uno de
los factores posiblemente causantes de la compulsión con
la que estos autores explicarían el hecho que un individuo,
laboralmente expuesto, impulsivamente inicie el abuso y siga
repitiendo el consumo (17,32).
- Sustancias de Abuso en Anestesiólogos y personal de pabellón
Detallaremos los fármacos que por su frecuencia y gravedad
de su dependencia son más relevantes.
a. Opioides
Es el grupo de fármacos que con más frecuencia crea depen-
dencia en quienes abusan de ellos.
Los opioides estimulan intensamente el circuito mesocortico-
límbico teniendo receptores y neuronas opiopeptidérgicas en
el AVT, el NA, la AMG y Locus Coerelus.
El potencial adictivo del opioide depende del fuerte efecto
de elación y normotimizante inicial y del rápido desarrollo de
tolerancia por neuroadaptación (23,25).
El fentanilo es el que más frecuentemente causa dependencia
en anestesiólogos, pudiendo llegar tolerar en corto plazo
consumos diarios 10 veces (2000 mcg) superiores a las nece-
sarias para causar una intoxicación grave en un individuo sano.
Otros opioides que suelen ser la segunda sustancia de abuso
son petidina, metadona y con menos frecuencia morfina y
tramadol.
Uno de los riesgos importantes de los opioides potentes es
que, después de un período de abstinencia prolongada en
que se ha revertido su tolerancia, la recaída puede ser en
dosis iguales al último consumo y causar una intoxicación
grave.
b. Propofol
Este hipnótico produce una estimulación gabaérgica que
secundariamente desinhibe neuronas dopaminérgicas del
circuito de recompensa. Este hecho causa un corto y potente
efecto hedónico. Hay evidencia de que dosis subhipnóticas
producen un efecto tan significativo que voluntarios sanos
después de la primera administración, manifiestan el deseo
de repetir la experiencia (35).
Cada vez con más frecuencia se publican casos y estadísticas de
prevalencia que muestran un creciente aumento en el abuso y
dependencia a propofol. También se ha descrito un aumento de
casos de dependencia en residentes de anestesia (35) y otros
profesionales de la salud, mostrando una tasa de letalidad que
puede llegar a 68% en sobredosis accidental (35-37).
La característica de esta dependencia es el rápido desarrollo
de compulsividad por el consumo pero, con un lento meca-
nismo de tolerancia al efecto depresor respiratorio, especial-
mente cuando se combina con otros depresores.
En nuestra experiencia podemos mencionar que en Chile ha
ocurrido un aumento de casos de abuso en los últimos 10
años. De especial preocupación es que no es una sustancia
controlada como los opioides y por lo tanto, tiene pocas
regulaciones para ser adquirida y traficada.
c. Ketamina
Por sus propiedades alucinógenas y efecto de elación, la
ketamina es uno de los hipnóticos que más ha sido objeto
de tráfico.
Sus efectos hedónicos y desconexión límbico cortical faci-
litan el desarrollo de dependencia y creciente aumento de las
dosis de abuso por tolerancia.
Tiene efectos sedantes que permiten reconocer su consumo
por somnolencia, ataxia, disartria, alucinaciones en ausencia
de miosis (38).
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 756-769]