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Desde el inicio de consumo de sustancia se produce el efecto hedónico
y su refuerzo positivo, luego por tolerancia emergen los síntomas de
compulsión y de abstinencia, que sólo se evitarán manteniendo e incre-
mentando las dosis de droga.
FIGURA 3.
El AVT y el NAC también poseen receptores sensibles a sustan-
cias exógenas con potencial adictivo (opioides, benzodiace-
pinas, canabinoides, alcohol, nicotina, anfetaminas y otros). Si
estos centros son estimulados, sus proyecciones neuronales
liberarán dopamina en el circuito provocando su activación.
En el núcleo central de la amígdala, que recibe aferencias
desde variados puntos del circuito, se procesa la calidad del
estímulo y se graba la memoria emocional asociada. A su vez
las proyecciones dopaminérgicas, que van desde el AVT hacia
la corteza prefrontal y orbitofrontal, entregan información
que permite estructurar y repetir la conducta de búsqueda y
recompensa (refuerzo positivo).
La repetida y mantenida estimulación por un agente exógeno
altamente estimulante produce neuroadaptación por inter-
nalización y desensibilización de receptores específicos a la
sustancia. Conjuntamente ocurren cambios anatómicos de
las neuronas, cambios de funcionamiento de neurocircuitos
y reducción de los neurotransmisores que median el efecto
hedónico (dopamina, serotonina). A causa de estos eventos
se requerirán progresivamente cantidades mayores de la
sustancia para lograr el mismo efecto (tolerancia). Una vez esta-
blecidos estos cambios, la suspensión repentina del consumo
de la sustancia adictiva causará aumento de la actividad de
centros excitatorios adrenérgicos asociados al circuito de
recompensa (L. Coerelus). Este último hecho es el responsable
de la aparición de síntomas de abstinencia y su efecto anhe-
dónico, que serán el refuerzo negativo que fomentarán repetir
la conducta de búsqueda del estímulo para evitar el malestar
de los síntomas de abstinencia (dependencia física) (22-24).
En esta etapa la motivación del circuito estará comandada en
gran parte por el refuerzo negativo (figura 3).
3. Factores Genéticos
Se estima que el factor genético es responsable de un 50%
de la vulnerabilidad individual a desarrollar una dependencia
a sustancias, es decir, es más importante que en otras enfer-
medades con clara asociación genética (diabetes, cáncer de
mama, hipertensión arterial). El factor de riesgo genético está
ligado a diferencias del metabolismo de la sustancia, varia-
ciones del efecto en el individuo, riesgo de presentar psico-
morbilidades y respuestas patológicas al estrés emocional o
ambiental (19, 22-24).
La influencia genética ha sido estudiada buscando una
asociación específica con la adicción a opioides. Sin
embargo, solo se han logrado pocos resultados conclu-
yentes en estudios hechos en gemelos y en animales de
experimentación. Se han identificado áreas cromosómicas
asociadas con mayor riesgo de adicción a algunas sustancias
como el alcohol, opioides, cocaína, nicotina y marihuana
(24,25).
Se teoriza que la influencia del factor genético explicaría que
individuos con conducta impulsiva y personalidad temeraria,
presentan con más frecuencia variaciones en los sistemas
dopaminérgico, serotoninérgico y gabaérgico. Diferencias
en la disponibilidad del neurotransmisor, en la conforma-
ción y población de receptores o en las señales intracelulares
podrían explicar esas variaciones. El efecto final induciría
tener una actitud más proclive a iniciar el consumo de una
sustancia potencialmente adictiva.
4. Factores Psicosociales
Se ha observado que un ambiente familiar que favorece o es
indiferente al consumo de sustancias, genera en la niñez falta
de conciencia de peligro y en la adolescencia y adultez una
conducta temeraria frente al uso de sustancias.
La ingesta de sustancias adictivas asociada a estresores
emocionales, abuso sexual y violencia intrafamiliar en la
niñez o las situaciones de guerra, son claves ambientales que
influyen en la memoria emocional del circuito de recom-
pensa. Estos factores se encuentran frecuentemente en
portadores de dependencia. Modelos experimentales en
animales muestran que el estrés asociado a la exposición de
sustancias aumenta los cambios en los circuitos neuronales
de recompensa por reorganización de redes y aumento de la
excitabilidad neuronal (19,22,23,25).
5. Psicomorbilidad
Se ha demostrado que individuos portadores de dolor crónico
tratados con opioides de prescripción, tienen mayor riesgo
a desarrollar adicción a ellos cuando son portadores de una
psicomorbilidad.
[SANANDO AL SANADOR - Dr. Juan Pablo Acuña y cols.]