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ratorias, por lo tanto, son innecesarios. Sugiere que el prin-
cipal motivo de solicitar estos exámenes es un mal entendido
resguardo médico legal (14).
Electrocardiograma:
No hay consenso en la edad a partir
de la cual se debiera solicitar electrocardiograma “de
rutina” y no se puede utilizar sólo la edad como criterio
para realizar este examen. Nazar y cols (15) recomiendan
solicitar un ECG preoperatorio en los siguientes pacientes:
aquellos con signos y síntomas de enfermedad cardio-
vascular y/o pulmonar, sometidos a cirugía de alto riesgo
quirúrgico, sometidos a cirugía de riesgo quirúrgico inter-
medio con al menos 1 punto en el
Revised Cardiac Risk Index
(RCRI)
, o pacientes con 2 puntos en el RCRI, independiente
del riesgo de la cirugía (Tabla 1 y 2). No se recomienda
tomar ECG en pacientes asintomáticos sometidos a cirugía
de bajo riesgo.
Radiografía de tórax:
Antecedentes clínicos como taba-
quismo, infección respiratoria reciente, enfermedad
pulmonar obstructiva y patología cardíaca se correlacionan
con mayor incidencia de radiografía de tórax alterada, pero
no necesariamente justifican la solicitud de este examen.
En muchos casos, lo más probable es que se encuentren los
mismos hallazgos de exámenes anteriores, no conduciendo
a cambios significativos en la conducta perioperatoria.
Lancet, en la bibliografía ya mencionada (14), presenta un
interesante cuadro comparativo de diversos estudios de
revisión, donde la mayoría no recomienda la solicitud de
radiografía de tórax en pacientes asintomáticos, mientras
otros sugieren solicitarla en pacientes mayores de 60 años,
pacientes obesos, y pacientes fumadores de más de 20
cigarrillos/día.
Hematocrito/Hemoglobina:
Definitivamente no debe
ser un examen a solicitar de rutina. Características clínicas
a considerar para solicitarlo son el tipo e invasividad de la
cirugía, edades extremas, enfermedad hepática, historia de
anemia o sangrado (4).
Pruebas de coagulación:
No existe evidencia suficiente que
demuestre que el uso de pruebas de coagulación de rutina
cambie el manejo perioperatorio ni la morbimortalidad en
pacientes asintomáticos (16).
La incidencia de trastornos hereditarios de coagulación es
muy baja, por lo que la solicitud de estos exámenes es inefi-
ciente, si lo que pretenden es encontrar alguna patología de
este tipo.
La solicitud de exámenes de coagulación está justificada
en pacientes que presentan alteraciones de la coagulación
conocida, usuarios de terapia anticoagulante, disfunción
renal o hepática y en pacientes que van a ser sometidos a
cirugía con alto riesgo de sangrado.
TABLA 1. CIRUGÍA Y RIESGO DE INFARTO O MUERTE
DE ORIGEN CARDIOVASCULAR
Extraído de Manual de Anestesiología UC, 2006.
TABLA 2.
REVISED CARDIAC RISK INDEX
Cirugía de alto riesgo
Historia de cardiopatía isquémica (no revascularizada)
Historia de insuficiencia cardíaca
Historia de accidente cerebrovascular/Accidente isqué-
mico transitorio
Uso de insulina preoperatoria
Creatininemia
>
2 mg*dl
-1
Extraído de Lee et al. Circulation 1999;100(10):1043-9.
Alto (Riesgo
>
5%)
• Cirugía mayor de urgencia, especialmente en ancianos
• Cirugía aórtica u otra vascular mayor
• Cirugía vascular periférica
• Cirugía con cambios de volumen y/o sangre importante
Intermedio (Riesgo 1-5%)
• Endarterectomía carotídea
• Cirugía de cabeza y cuello
• Cirugía intraperitoneal o intratorácica
• Cirugía ortopédica
• Cirugía prostática
Bajo (Riesgo
<
1%)
• Procedimientos endoscópicos
• Cirugía superficial
• Cirugía de cataratas
• Cirugía mamaria
Glicemia:
La glicemia perioperatoria elevada (mayor a
80mg/dl) aumenta la morbimortalidad y prolonga la estadía
hospitalaria, principalmente dado la mayor incidencia
de infecciones postoperatorias. La indicación es solicitar
glicemia preoperatoria a pacientes con sospecha de Diabetes
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 661-670]