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RESUMEN
Los avances tecnológicos de la medicina en las últimas
décadas han permitido llevar a efecto intervenciones en
pacientes que antes estaban fuera del alcance quirúrgico.
La evaluación preanestésica es responsabilidad del
anestesiólogo y considera información de múltiples fuentes:
historia clínica, entrevista, registros, examen físico y
exámenes.
Permite conocer los antecedentes del paciente, identificar
factores de riesgo modificables y desarrollar un plan
anestésico en relación a los hallazgos para disminuir
la morbimortalidad perioperatoria; educar, mejorar la
satisfacción y reducir la ansiedad del paciente; evitar retrasos
o suspensiones innecesarias; coordinar interconsultas si el
paciente lo requiere; y realizar un proceso de consentimiento
informado con la firma del mismo.
La tendencia es a no solicitar “exámenes de rutina”, sino
más bien exámenes basados en indicaciones precisas, que
dependen del paciente y del tipo de cirugía.
En relación al ayuno preoperatorio, las nuevas
recomendaciones de la ASA buscan mejorar el confort
del paciente, disminuir el riesgo de deshidratación e
hipoglicemia derivados de un ayuno prolongado y a la vez
minimizar el riesgo de aspiración de contenido gástrico.
El paciente cardiópata sometido a cirugía no cardíaca
tiene mayor morbimortalidad perioperatoria comparado
con la población general; aquí la evaluación anestésica es
clave en la reducción de riesgo perioperatorio, ya que de
nuestra decisión de realizar estudios adicionales, manejo
e intervenciones específicas dependerá el
outcome
en este
subgrupo de pacientes.
La “prehabilitación” y la “fragilidad” son conceptos
emergentes, que buscan mejorar la capacidad funcional
del paciente, minimizar su
stress
emocional y optimizar su
estado nutricional, desde el preoperatorio, comparado con el
enfrentamiento tradicional de “rehabilitación”.
Palabras clave: Exámenes de rutina, evaluación
cardiológica, ayuno preoperatorio, prehabilitación,
fragilidad.
SUMMARY
The technological advances of medicine in the last
decades have allowed interventions to be carried out in
patients who were previously out of reach.
Preanesthetic evaluation is the responsibility of the
anesthesiologist, and considers information from multiple
sources: clinical history, interview, records, physical
examination and preoperative tests.
It allows to know the history of the patient, to identify
modifiable risk factors and to develop an anesthetic
plan in relation to the findings to reduce perioperative
morbidity and mortality; educate, improve satisfaction,
and reduce patient anxiety; avoid unnecessary delays or
suspensions; coordinate visit to another consultant, if
requires; and obtain signed informed consent.
The tendency is not to request “routine preoperative
testing”, but rather tests based on precise indications,
which depend on the patient and the type of surgery.
In relation to preoperative fasting, the update ASA
recommendations seek to improve patient comfort,
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 661-670]
EVALUACIÓN PREOPERATORIA EN EL
SIGLO XXI
PREOPERATIVE EVALUATION FOR THE XXI CENTURY
Artículo recibido: 02-04-2017
Artículo aprobado para publicación: 17-07-2017
DRA. SANDRA KUNZE (1)
(1) Médico Anestesiólogo. Santiago, Chile.
Email:
sandrakunze@gmail.com