C. Borzellino
et al.
/ Cir Cardiov. 2016;
23(1)
:18–23
19
la
disección
y
exposición
quirúrgica,
y
en
consecuencia
aumenta
las posibilidades de
accidentes
intraoperatorios,
sangrados
intra y
postoperatorios, e
incrementa significativamente el tiempo quirúr-
gico.
Sumado
a
esto,
la
progresión
de
la
enfermedad
coronaria,
la
edad
avanzada
de
los
pacientes
y
las
patologías
asociadas,
entre
ellas
las
insuficiencias
renal,
respiratoria, hepática y vascular peri-
férica,
configuran un
cuadro que debe
ser
considerado
con mucha
prudencia al momento de decidir
la estrategia más apropiada para
obtener el mejor
resultado
con el menor
riesgo operatorio posible.
Varios
autore
s 1–11 han
publicado
experiencias
positivas
evitando
en
algunos
casos
la
re-esternotomía mediana,
en
otros
la
circu-
lación
extracorpórea,
y
otras
veces,
ambas.
En
nuestro
servicio,
desde el a˜no 2003 hemos desarrollado una estrategia que se adapta
individualmente a cada paciente, empleando un conjunto de medi-
das
que
han
permitido
reducir
significativamente
la mortalidad
y
la morbilidad
operatoria,
obteniéndose
como
resultado
una
recu-
peración más
rápida
y
sostenida
de
los
pacientes
con
egreso
al
hogar de manera precoz. Esto ha permitido en nuestro medio ven-
cer
un
poco
la
resistencia
de
los
pacientes
a
ser
sometidos
a
un
nuevo procedimiento y
reducir el uso
indiscriminado del
interven-
cionismo percutáneo, que
anteriormente
era
empleado
casi
como
único método
para
tratar
la
recidiva
de
la
enfermedad
coronaria,
por
el
alto
riesgo operatorio, y
al mismo
tiempo
se ha
logrado una
disminución significativa de
los costos quirúrgicos,
lo cual
también
tiene un
impacto positivo en el número de
intervenciones.
Material y métodos
Desde enero del 2003 hasta diciembre del 2015 se
realizaron 95
reintervenciones
coronarias, de un
total de 1.963
cirugías
corona-
rias
efectuadas para un
4,83%;
de
ellos,
15
(16%) pacientes
fueron
abordados por
toracotomía posterolateral
izquierda
empleando
la
aorta descendente
como
fuente para
los
injertos, 68
(72%) pacien-
tes
fueron
sometidos
a
toracotomía
anterior
izquierda
empleando
la arteria subclavia
( figs. 1 y 2 ) oaxilar
izquierda como fuente previo
a
la
incisión
torácica, 8
(8%) pacientes
fueron
abordados mediante
incisión
subxifoidea
empleándose
la
arteria
gastroepiploica
dere-
cha
como
injerto
in
situ,
y
en
4
(4%)
pacientes
se
realizó
una
toracotomía anterior derecha
( fig. 2 ) utilizándose
la arteria
torácica
interna derecha
( figs. 3 y 4 )para
revascularizar
la
coronaria dere-
cha
o
la
descendente
posterior
( fig. 5 ).Todos
los
pacientes
tenían
indicación
absoluta
para
una
nueva
cirugía
de
revascularización
miocárdica
por
encontrarse
en
condición
de
isquemia
refractaria
al
tratamiento médico,
con
presencia
de
angina
pectoris,
insufi-
ciencia
cardiaca
o
ambas
condiciones
asociadas.
Antes
de
decidir
Figura 1.
Disección de
la arteria
subclavia
izquierda.
Figura 2.
Anastomosis
safeno-subclavia
izquierda.
Figura 3.
Abordaje vía
toracotomía derecha.
la
intervención,
fueron
evaluados
integralmente
en
conjunto
con
nuestros
cardiólogos
intervencionistas
para
determinar
si
existía
la posibilidad de
resolución mediante
angioplastia percutánea.
En
22
casos
(23%)
se
realizó procedimiento híbrido debido a que eran
Figura 4.
Prolongación de
la mamaria derecha
con
safena.