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Introducción
La definición clásica de nódulo pulmonar solitario corresponde a
una imagen radiológica de menos de 3 cms rodeada de parén-
quima pulmonar que puede corresponder a múltiples condi-
ciones tanto benignas como malignas (1).
Sin embargo en los últimos años se han producido grandes
avances en la oncología torácica, tanto en métodos diagnós-
ticos, estudios anátomo-patológicos y moleculares y en el trata-
miento, tanto médico como quirúrgico, que han hecho que el
concepto de nódulo pulmonar solitario sea insuficiente para el
manejo de los diferentes tipos de nódulos pulmonares (NP) que
enfrentamos hoy en la práctica clínica.
La masificación de los métodos de diagnóstico por imágenes,
especialmente del TAC de Tórax, ha significado un importante
aumento en la detección de NP pequeños, menores de 2 cm,
no visibles en la radiografía de tórax. Estos nódulos pueden
ser tanto sólidos como sub-sólidos, cada uno tiene diferente
comportamiento, velocidad de crecimiento y probabilidad de
malignidad (2, 3) (Figuras 2 y 3).
El diagnóstico diferencial de los nódulos pulmonares es amplio e
incluye además del cáncer pulmonar, metástasis de otros prima-
rios y lesiones benignas: infecciosas (tuberculoma, granulomas
no tuberculosos, quiste hidatídico), inflamatorias, vasculares
(secuestro intrapulmonar), traumáticas y congénitas (hamar-
tomas, quistes bronquiales) (1).
Diferentes características radiológicas y su comportamiento en
el tiempo permiten sospechar su etiología: nódulos calcificados,
bien delimitados y que no crecen sugieren lesiones benignas;
mientras que nódulos espiculados o irregulares que crecen en
controles sucesivos, sugieren etiología maligna (2, 4-7).
Se han desarrollado diferentes algoritmos de decisión para el
estudio racional de los nódulos, incluyendo exámenes como TAC
seriados, PET/CT y biopsias por fibrobroncoscopía, EBUS, percu-
tánea o quirúrgica (4-7).
Es por tanto muy importante conocer los diferentes tipos de
nódulos pulmonares, y cómo diferenciar los que corresponden
a lesiones benignas y los sospechosos de corresponder a un
cáncer pulmonar así como los diferentes algoritmos de manejo y
seguimiento actualmente aceptados.
El cáncer pulmonar es un tumor altamente agresivo, correspon-
diendo a la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial
(8). Su incidencia ha seguido aumentando en el mundo asociado
al consumo de tabaco, especialmente en países en vías de desa-
rrollo y en mujeres (8, 9).
FIGURA 1. Nódulo Pulmonar Solitario
FIGURA 2. Nódulo Sólido de 11 mm LSI,
Adenocarcinoma Invasor
FIGURA 3. Nódulo en vidrio esmerilado de 9 mm
en LSD, adenocarcinoma
in situ
[Nódulos Pulmonares - Dr. José Miguel Clavero R.]