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La intervención temprana y la implementación de estrate-
gias preventivas que permitan mantener el funcionamiento
y la participación de estos niños, debería ser el eje principal
para abordar la discapacidad en la Primera Infancia. Asimismo,
para poder ejercer de manera activa y efectiva los Derechos
Universales que se consagran en la Convención de los Dere-
chos del Niño y en la Convención sobre los Derechos de las
Personas en Situación de Discapacidad.
PRIMERA INFANCIA
La definición de la etapa de Primera Infancia varía en los dife-
rentes países dependiendo de sus tradiciones locales y la forma
de organizar los ciclos de educación. Para efectos de este artí-
culo se tomará el rango de edad señalado en el Sistema de
Protección a la Primera Infancia:
“Chile Crece Contigo”
, que
comprende desde el primer control de gestación hasta el
ingreso al sistema escolar, alrededor de los 4 a 5 años de edad.
La primera infancia representa una etapa decisiva en el desa-
rrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas de
cada niño, y es la etapa más vulnerable del crecimiento puesto
que es el período en que los seres humanos muestran gran
dependencia, motivo por el cual requieren especial protección.
En esta fase se forman las capacidades y condiciones esenciales
para la vida, durante los tres primeros años el desarrollo del
cerebro constituye un eje central del crecimiento integral de los
niños, ya que es en este período donde ocurren los eventos más
importantes de maduración (2). Este desarrollo es el resultado
de todas las experiencias cognitivas, físicas y emocionales que
se tienen y se organizan de acuerdo a la naturaleza o calidad de
esas experiencias. Así es, como un ambiente cálido y estimu-
lante favorece el desarrollo del niño.
El niño se desarrolla siempre en interacción con el entorno en
que vive cotidianamente (familia, barrio, escuela) y le afecta
en su vida personal y en el desarrollo de su personalidad, por
lo que corresponde al Estado asegurar un ambiente e inte-
racción apropiado en cuanto a salud, educación, lenguaje,
afectos y apoyos, protección y seguridad, para garantizar la
equidad e igualdad de oportunidades desde el principio (3).
Las neurociencias, las ciencias sociales y las económicas, han
entregado un cuerpo sólido de evidencias sobre la efectividad
y costo efectividad de intervenir precozmente en la infancia,
generando las condiciones más favorables para el desarrollo
integral (físico, psicológico, cognitivo, lenguaje y social).
Por otra parte, desde el ámbito Internacional, la Convención
sobre los Derechos del Niño, proclamada en 1989 y ratificada
por el Gobierno de Chile el año 1990, marca un hito signifi-
cativo para la instauración de la perspectiva de derechos en
todas las políticas dirigidas a este sector, dando reconoci-
miento expreso del niño como sujeto de derecho (4).
Además, desde diferentes marcos normativos, hay acuerdo
en que los países deben diseñar e implementar estrategias a
favor de esta importante etapa del desarrollo.
DISCAPACIDAD INFANTIL EN CHILE
Identificar con cifras reales a la población infantil chilena con
discapacidad resulta algo muy complejo, en especial cuando
esta medición se ha realizado con distintas metodologías y
definiciones de la persona en situación de discapacidad.
En la actualidad se utiliza la definición dada por la Convención
Internacional sobre los Derechos de las Personas con Disca-
pacidad, promulgada en Chile en septiembre de 2008, defi-
niendo
“Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que
tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales
a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan
impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en
igualdad de condiciones con los demás”
(5).
Se entiende así que la situación de discapacidad no es solo
una limitación del individuo, es el resultado de una compleja
interrelación entre la capacidad individual y su entorno social.
Además el año 2001, la OMS promulga la Clasificación Inter-
nacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud
(CIF), que permite una mayor comprensión de las relaciones que
existen entre los conceptos de salud, las personas en situación
de discapacidad y el entorno social. Utiliza un lenguaje unificado
y estandarizado, además un marco conceptual para la descrip-
ción de la salud y los estados relacionados con la salud (6).
El Primer Estudio Nacional de la Discapacidad en Chile
(ENDISC), fue realizado por el Servicio Nacional de la Discapa-
cidad y el Instituto Nacional de Estadísticas el 2004. Se realizó
bajo el marco conceptual de la CIF, permitiendo relacionar por
primera vez la prevalencia de la discapacidad con estándares
internacionales.
La prevalencia encontrada en la ENDISC es de un 12,9% de
personas en situación de discapacidad, que equivale a cerca
de dos millones de habitantes. Es decir 13 de cada 100
personas o 1 de cada 8 presentan esta condición. Además,
indica que la discapacidad en niños de 0 a 5 años es de 1,1%
y la discapacidad entre 6 a 14 años es de 4,6%, lo que repre-
senta en conjunto a 117.453 niños (7).
Desde el año 2004 hasta la fecha no se ha realizado ningún
otro estudio sobre discapacidad. En diciembre de 2014, el
gobierno ha puesto dentro de sus prioridades la idea de
[PRIMERA INFANCIA Y DISCAPACIDAD EN CHILE: Revisión y enfoque actual a los Programas de Gobierno - Paulina Sánchez M.]