Previous Page  111 / 136 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 111 / 136 Next Page
Page Background

531

el mercado de los medicamentos dirigidos al manejo de los

problemas relacionados con el sobrepeso, la diabetes, la

hipertensión arterial, el colesterol elevado, etc. es muy amplio

y competitivo; por tanto, la investigación se ve más atractiva

desde el punto de vista comercial.

Desde el punto de vista científico, el diseño de estudios randomi-

zados se ve limitado a pequeños grupos de pacientes, haciendo

común la situación de aprobaciones por vías rápidas, inmediata-

mente terminados estudios de fase 3, poniendo a prueba meto-

dologías comunes de evaluación para tratamientos, tales como

la medicina basada en la evidencia, y al mismo tiempo dando

una mayor importancia relativa a evidencias demostradas por

estudios no controlados o a consensos de expertos. Por otro

lado, el desconocimiento de la historia natural de estas enfer-

medades, la ausencia de marcadores biológicos y de estrategias

diagnósticas precisas, retrasan la aparición de terapias disponi-

bles para los pacientes.

En países como el nuestro, ya sea que lo consideremos subde-

sarrollado o en vías de desarrollo, los problemas ya mencio-

nados se marcan aún más y aparecen otros no considerados por

quienes hoy definen el mercado de las drogas huérfanas en el

mundo.

Desde la existencia de tratados internacionales que regulan esta

actividad necesaria para el desarrollo científico y en particular,

el de nuevas drogas huérfanas, las Compañías interesadas en

desarrollar productos deben ser en extremo cuidadosas con

estos aspectos. A pesar de la creciente regulación por parte de

oficinas locales o regionales, hoy es posible constatar que ante

el bajo número de pacientes con los que las Compañías cuentan

para probar nuevas terapias especificas, una vez terminadas las

patentes exclusivas que las leyes de drogas huérfanas les otor-

gaban, acuden a países como los nuestros para buscar pacientes

que no puedan acceder a terapias ya probadas, generando una

situación de difícil abordaje para el clínico y su paciente.

Así también, considerando el alto costo, una vez concluidas las

Fase 3 de investigación, los consentimientos informados no

siempre incluyen la condición de seguir aportando al paciente

la terapia de por vida, sino que se busca condicionar el pago

por parte del Gobierno local a la suspensión del donativo. Los

programas de uso compasivo, originalmente ideados para

aportar tratamiento a quienes no pudieron entrar al estudio

clínico y que están en peligro de vida, pueden ser usados

como herramientas de marketing para presionar la compra de

medicamentos o para evitar que pacientes ingresen a estudios

clínicos de otras Compañías.

La generación de políticas nacionales que regulen el accionar

de Comités de Ética Científicos debiera disminuir estos riesgos,

protegiendo a una población de pacientes en extremo vulnera-

bles (6).

ÉTICA Y CONFLICTOS DE INTERESES

En Enfermedades Raras/Drogas Huérfanas no es un 80% como

ocurre con otras patologías, sino prácticamente un 100% de la

investigación la que es financiada por Compañías de Biotecno-

logía, en parte por beneficios legislativos y que pocos quieren

modificar porque han sido eficientes en generar no solo nuevos

productos, sino también ganancias millonarias. Estos costos

son traspasados al altísimo precio de los medicamentos (hasta

500.000 USD por paciente por año), lo que condiciona que los

gastos destinados a “

medical affaires

” sean también mayores.

Los médicos se ven expuestos a decisiones complejas, como

es el caso de exigir el “uso compasivo” de estos productos.

Esto es, cuando un paciente diagnosticado con una de estas

condiciones cuenta con una terapia especifica aprobada no

financiada por el gobierno local y que ofrecida generosamente

por la Compañía, evidencia mejorías o incluso evita su muerte.

Esta estrategia, perfectamente justificable desde la perspec-

tiva del médico tratante quien busca como interés principal

la salud de su paciente, acarrea para autoridades sanitarias un

desafío cuando las Compañías y las Agrupaciones de Pacientes

exigen el pago de esta terapia que hasta entonces era donada,

evidenciando la natural perspectiva de una empresa cuyo

interés primario es vender productos, ya que la donación no

era más que una estrategia de marketing. Está establecido que

el juicio particular de cada médico es claramente insuficiente

ante estímulos atractivos que le ofrece la Industria para contar

con su apoyo. Así también, la ausencia de regulación es el peor

de los escenarios posibles, pues deja al criterio de cada uno lo

que es correcto. Un tema que se ha discutido en la Comisión

Asesora Técnica de Enfermedades Raras y Poco Frecuentes del

Ministerio de Salud es trabajar más allá de una Declaración de

Conflictos de Intereses, en una lista de conductas que sean

incompatibles con el trabajo que realiza una Comisión que

establece los ítems en los que se gastan dineros públicos. Sería

un ideal poder establecer también un Código de Conducta

de Ética Profesional para que quienes sin formar parte de

una Comisión Ministerial, van a contribuir con sus opiniones

respecto a las decisiones que se adopten. Nos referimos en este

punto a médicos tratantes, enfermeras y otros profesionales

del equipo de salud, así como a la relación que establecen las

Industrias productoras de medicamentos con Agrupaciones de

pacientes y autoridades de Gobierno.

Este aspecto se enmarca dentro del “profesionalismo médico”

que consagró los principios de primacía del bienestar del

paciente, de su autonomía y de justicia social, evitando que el

lucro constituya un objetivo principal en los acuerdos que se

adopten (7).

[ÉTICA DE LA EQUIDAD Y JUSTICIA EN EL ACCESO AL DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN... - Dr. Fernando Novoa S. y col.]