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la administración subcutánea, y el costo (20). Para mejorar

la adherencia al tratamiento con estos fármacos, están en

desarrollo varias alternativas de administración (vía oral,

inhaladas y en dispositivos de liberación sbc continua

que requeriría aplicación anual) (50). Los AR-GLP1 están

incorporados en los algoritmos terapéuticos de la DM2 como

una opción a considerar en pacientes que no logran control

glicémico y que requieren bajar de peso. Desde el año 2015

la Asociación Americana de Diabetes (ADA) (51) los propone

además como una alternativa a asociación con insulina basal en

pacientes que requieren intensificación de la insulinoterapia.

La adición de AR-GLP1 a insulina basal ha demostrado mejor

control glicémico, menor riesgo de hipoglicemia y disminución

de peso al compararse con insulina prandial (52).

2. Inhibidores de la DIPEPTIDILPEPTIDASA 4 (IDPP-4)

La dipeptidil peptidasa 4 (DPP-4) es una glicoproteína compleja

que se encuentra ampliamente expresada en la superficie celular

de varios tejidos y en forma soluble y activa en la circulación (53,

54). Esta aminopeptidasa, a través de degradación catalítica,

inactiva a las incretinas intestinales GLP-1 y GIP, reduciendo

su concentración y limitando sus acciones fisiológicas. Sin

embargo, dada su amplia distribución, no es específica

solo para las incretinas (18, 55). Se expresa además a nivel

renal, páncreas, bazo, pulmón y en altos niveles en células

endoteliales, epiteliales, dendríticas, inmunes T, linfocitos y

macrófagos (55). Participa, entre otros, en la regulación de la

respuesta inflamatoria, en migración de células endoteliales, en

las matrices colágenas, en funciones inmunológicas e interactúa

con varios otros péptidos tales como factores de crecimiento,

quimioquinas, neuropéptidos y péptidos vasoactivos (18,

54). Esta afinidad para una amplia gama de sustratos tiene el

potencial para mediar una serie de efectos inmunológicos y

pleiotrópicos CV, de manera dependiente e independiente

de GLP-1, cuyo significado funcional no ha sido plenamente

dilucidado (18, 55).

Existe cierta evidencia de que la actividad de la DPP-4 está

aumentada en la DM2 (56). Datos recientes muestran un aumento

de la expresión de la enzima en tejido adiposo visceral y aumento

de sus niveles circulantes en individuos obesos no diabéticos,

planteando la posibilidad de que el aumento de la actividad

de la DPP-4 puede jugar un rol fisiopatológico en las primeras

etapas de desarrollo de la DM2 en el paciente obeso (57). La

identificación de la DPP4 como la enzima responsable de la vida

media corta de las incretinas llevó a plantear que la inhibición de

su acción, podría tener un rol en la terapia de la DM2, al aumentar

los niveles de GLP1 y prolongar su acción insulinotrópica (58).

Estudios preclínicos y clínicos demostraron que la inhibición de

la enzima mejoraba el control glicémico en pacientes diabéticos

(59), llevando al desarrollo de la familia de fármacos IDPP-4. Estos

compuestos aumentan los niveles y potencian la acción de las

incretinas endógenas, lo que lleva a aumento de la secreción de

insulina y a disminución de la secreción de glucagón en forma

dependiente de los niveles plasmáticos de glucosa (53, 58). En

modelos animales se ha observado que, al igual que con los

análogos de GLP-1, preservan la masa y la función de las células

B de los islotes pancreáticos (55). Sin embargo, dado que los

aumentos de la GLP1 con los IDPP-4 son en niveles fisiológicos el

impacto en el VG es menor (60).

En la actualidad se encuentran aprobados numerosos

inhibidores y otros están en diferentes fases de desarrollo

(61). Hay cinco IDPP-4 que están globalmente disponibles

(sitagliptina (SITA) en uso clínico desde el 2006, vildagliptina

(VILDA) 2007, saxagliptina (SAXA), 2010, linagliptina

(LINA) 2011 y alogliptina (ALO) 2013, todos aprobados por

la FDA excepto VILDA, aprobada por la agencia europea

EMA (61). Otros seis (anagliptin, evogliptin, gemigliptin,

omarigliptin, teneligliptin, trelagliptin) están en uso solo en

Corea y Japón (61). Estos compuestos se diferencian en su

estructura química y en sus propiedades farmacodinámicas

y farmacocinéticas. Sin embargo, son similares en su eficacia

hipoglicemiante y seguridad terapéutica (58, 61). Todos

se administran por vía oral (58, 61). En esta revisión nos

referiremos a los 5 primeros, de los cuales SITA, VILDA, SAXA y

LINA se encuentran disponibles en Chile.

Estructura química de los IDPP-4

Según su estructura química los potenciadores de incretinas

se dividen en los que imitan a la molécula de la DPP-4

(peptidomiméticos) entre los que se encuentran VILDA y SAXA

y los que no la imitan (no peptidomiméticos) SITA, LINA y ALO

(53, 58, 61) (Tabla 4). Todos producen inhibición competitiva y

reversible en sustratos de la DPP-4 y tienen alta afinidad por la

enzima, lo que resulta en una constante inhibición favoreciendo

el control glicémico de ayuno y post prandial. Sin embargo, la

forma de interacción con la enzima es diferente (54, 58, 61).

Los no peptidomiméticos tienen intrínsecamente una vida

media larga, actúan en forma no covalente en el sitio catalítico

del sustrato de la DPP-4 con acción inhibitoria sostenida

por 24 horas. Por su parte, los peptidomiméticos tienen

una vida media muy corta, que es prolongada por la fracción

cianopirrolidina presente en estos fármacos (58). Esta induce a

una interacción covalente con la enzima dando lugar a uniones

estables que determinan una acción inhibitoria más prolongada.

Posteriormente, por medio de hidrólisis, se rompen los enlaces

covalentes permitiendo una lenta liberación de la droga. De

ahí que estos inhibidores sean conocidos también como de

“lenta disociación” (61). Debido a que la inactivación de la

enzima por las distintas gliptinas es extra-celular, se conserva

el funcionamiento de las principales proteínas intracelulares, lo

que explica que no se afecten otras funciones atribuidas a las

DPP-4 (62).

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(2) 235-256]